Hablamos de una obra del controvertido John Hawkes, una novela que acaba de cumplir sesenta años desde su edición en 1951. Un escritor capaz de parodiar todos los géneros desde la novela bélica, la negra, la de aventuras y en esta caso, el western, extirpando de todas ellas lo anteriormente dicho y dejando sólo la estructura y una curiosa visión de la realidad. LEER MÁS
De forma sesgada y a través de múltiples facetas, comentarios y situaciones, esa luz lunar antes dicha iluminará retazos de la vida de ambas poblaciones y de sus vecinos más destacados, entre ellos los visitantes de esa noche, el médico, dentista y brujo Cap Leech por un lado, una familia cuyo cabeza trabajó años ago en la construcción de la presa, y unos moteros que sobrevuelan todas las escenas como espíritus en pena entrando y saliendo de ellas.
Dejando al mínimo sus personajes, con detalles pequeños y nocturnos de la zona, en la que para colmo no hay ni un solo árbol, y carente de trama que motive los hechos Hawkes construye un homenaje a sus principios literarios. Deconstruye un western colocándolo en medio del siglo veinte, aumentando detalles insignificantes y eliminando el argumento, poniendo a los moteros en el lugar de los indios, al pasado ideal en el lugar del futuro buscado, y luego cosiendo todo por donde quiere. Algo así como la cocina creativa actual pero en literatura y sexagenaria.
No es un plato fácil de digerir, pero sí es denso, jugoso y muy especial. Nadie se quedará escéptico ante esta obra de una autor que supo hacerse con un lugar inimitable en la literatura del siglo pasado.
Pepe Rodríguez
FICHA DEL LIBRO