JanZabrana nace en el sur de Moravia en 1931. Muere 53 años después. Poeta y traductor, eterno sospechoso por no adherirse con suficiente entusiasmo a la causa comunista en Checoslovaquia, sus diarios recogen impresiones de tiempos convulsos: esos en los que se hacía fuerte, en Europa del Este, el socialismo con rostro humano.
La selección de extractos, llevada a cabo por PatrickOurednik, refleja la verdadera crónica de un “cautiverio interior”. Zabrana se permite dar rienda suelta a sus pensamientos y frustraciones: expulsado de la universidad, perseguido por el régimen comunista, sus diarios dan voz a todo aquello que estaba prohibido decir. LEER MÁS
Surgidas de los años de oscuridad post-totalitarista que siguieron a la Primavera de Praga de 1968 (denominados años de “normalización”), las reflexiones aquí agrupadas describen la censura, la represión y el sufrimiento de un intelectual cuyos padres fueron encarcelados por no apoyar al Partido. Con una sabia mezcla de humor y desesperanza, de crueldad y ternura, Zabrana nos ofrece el retrato descarnado y real de una existencia quebrada por el poder político, pero también de los medios que le permitieron sobrevivir a sus atrocidades.
Zabrana no se limita a criticar con dureza el ámbito político: varias anécdotas salpican de ingenio un texto comprometido, pero que no renuncia al humor más negro. Sus escritos íntimos son párrafos cortos, directos y mordaces, reflexiones sobre la mediocridad, la fealdad del mundo y las pequeñas desgracias cotidianas. Aforismos, retales de conversaciones ajenas, exhortaciones poéticas y osadas; todo tiene cabida en estos textos yuxtapuestos.
En definitiva, Zabrana se nos revela como una especie de Pascal moderno y oscuro, desilusionado por la existencia y acallado por el poder ; un disidente de la existencia, un espíritu libre incapaz de resignarse al silencio. Ácido e irónico, decidido a no renunciar a sus convicciones políticas y vitales, el checo lanza dardos envenenados en cualquier dirección y supura un humor liberador. No podemos evitar leerlo con una mezcla de seriedad e hilaridad.