Cierto día esos hombrecillos construyen un nuevo ser a imagen y semejanza de se anfitrión, incluso utilizan partes de él mismo para hacerlo. A partir de ese momento nuestro hombre deberá apañárselas junto a su mini alter ego con una sincronía en la totalidad de sus sentimientos y sentidos. Ambos -cuando hay cobertura- pueden ver por sus cuatro ojos y sentir en sus dos cuerpos lo mismo.
En ese punto Millás introduce el punto de mala leche, de maldad, pues convierte al hombrecillo en el lado oscuro de la conciencia de su anfitrión. Tabaco, alcohol, sexo a espuertas transforman a nuestro protagonista en una sombra de sí mismo, perseguido por su culpabilidad pero disfrutando del pasaje.
La situación empeora cuando el mini-yo decide ir un paso más allá y hacerle probar a su huesped lo que es el crimen, el asesinato. Las consecuencias de lo que sucede arrecian en la vida de nuestro ejemplar catedrático quien se siente enganchado, colgado y chantajeado por el pequeñín pero sin querer romper los vínculos que les unen.
Humor, sencillez y sátira se combinan en un cuento infantil para adultos que permitirá al lector pensar y reflexionar con una sonrisa en los labios sobre la vida que lleva. Millás, un maestro muchas veces de la literatura ha creado una obrita ligera que permite disfrutar de una horas de lectura agradable, sonrojante y que seguramente proporcione algún dolor de entrepierna a sus lectores masculinos.
El Limonero
Ficha del Libro
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Me ha gustado mucho la reseña. Aunque al Millás periodista y columnista lo descubrí y lo disfruto desde hace mucho tiempo, al Millás novelista lo he descubierto hace pocos meses con El mundo, una novela que me encantó así que espero poder leer esta en algún momento. Me parece muy original. Saludos.
Cuéntate la vida https://cuentatelavida.blogspot.com