El hiriente rescoldo de la aventura amorosa que Jules tuvo, sin enterarse de que Alice lo sabía, centra las reflexiones de ella. Posteriormente, al final del día, David, el vecinito tendrá que quedarse a pasar la noche con ellos y dormirá en el hueco de Jules mientras él continúa sentado. Así Alice seguirá manteniendo la temperatura del lado de la cama de Jules.
Sencilla revisión de Cinco horas sin Mario en la que dos personajes sin futuro, o con futuro dependiente, como se dice actualmente, meditan sobre un presente insostenible y un pasado que no volverá. Tierno, sin llegar al empalago ni casi a las lágrimas en ningún momento supone una reflexión sobre lo que queda de nuestra vida cuando nos vayamos.
Peligrosamente otoñal e inquietantemente emocional supone un punto de vista muy interesante sobre otras formas menos ortodoxas de tomarse la muerte de un ser querido.
Pepe Rodríguez
SINOPSIS de la editorial
Alice y Jules forman un entrañable matrimonio de edad avanzada. A lo largo de los años, han ido desarrollando una complicidad basada en una rutina reconfortante en la que han aprendido a tolerar los defectos del otro. Como cada mañana, Jules se ha levantado primero para preparar el café y, como cada mañana, se ha sentado en el sofá a la espera de que se levante su mujer. Pero cuando llega Alice y se encuentra a su marido sentado como siempre, no tarda en darse cuenta de que ha muerto. A lo largo de todo el día, Alice permanecerá junto a su marido recordando los momentos, buenos y malos, que han vivido juntos.
Título: Un día con Jules | Autor: Diane Broeckhoven | Editorial:Maeva| Páginas: 80 | Precio : 10€ |
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La historia me parece muy original y atractiva. Por una parte me llama la atención, pero por otra me echa para ago, no sé, me parece demasiado triste. Saludos.
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