Además de varios relatos publicados, López Hernández ha recibido premios como el Novela Corta de Vademembra o el Premio Jaén de Novela gracias a El crimen de los Monegros, una gran incursión en la novela negra. (leer entrevista)
Las vocaciones de biólogo y escritor fueron, en realidad, parejas. Tanto deseaba ser uno como lo otro, y nunca lo vi incompatible. Ahora bien, siempre supe que vivir de la pluma era bastante más complicado que vivir del laboratorio, así que la vida decidió por mí. En cuanto al cómo… quizá comencé a escribir como aficionado con catorce o quince años. Monstruosidades infumables, por supuesto. De manera profesional, tomándolo como un oficio más que un hobbie, pues desde hace unos seis o siete años.
2.- De la novela negra pasas a la novela de aventuras y viajes, ¿qué tipo de novela te interesa más escribir?
Toda aquella que me permita contar historias que me gusten. En realidad, me gusta más la novela histórica, ya que se ajusta más a mi estilo (o estilos) y a la querencia que siento por cierta clase de personajes. Pero no me cierro caminos: eso sería de locos.
3.- ¿Cuáles son tus autores clásicos favoritos?
Tolstoi, Flaubert, Galdós y el viejo de Dosto. Y antes de clásicos, me quedo a ciegas con Homero. No creo que se haya escrito nada tan intenso como algunos pasajes de La Ilíada
4.- ¿Y de los contemporáneos, puedes citarnos alguno que prefieras?
Thomas Pynchon, Margaret Atwood, Julian Barnes…
5.- ¿Cuál es tu estilo literario preferido? ¿Aventuras, histórica, negra,..?
En temas de lectura, me quedo con la novela histórica. Pero no le hago ascos a nada.
6.- En cuanto a La travesía, ¿por qué decides mostrar más al hombre Darwin y no al biólogo Darwin?
Es un tema reivindicativo. En el acervo cultural de esta nuestra sociedad, el científico, el intelectual de la ciencia, es representado como un chiflado huraño, sociópata y peligroso la más veces, mientras que los personajes divertidos, agradables y amistosos se reservan para la gente de las humanidades o bien, incluso, para los representantes de las seudociencias. Me parecía un buen cambio ofrecer al público una visión de Darwin distinta: la de un joven alocado, un tanto torpe, charlatán y simpático, quien se coló de rondón en un viaje larguísimo y tuvo la oportunidad de aprender todo lo que Inglaterra no podía enseñarle.
7.- Sigues la historia del viaje darwiniano bastante al pie de la letra, aunque introduciendo una trama ficticia, ¿consideras que esta es una novela histórica?
Creo que un término adecuado podría ser el de “aventura histórica”, puesto que los hechos generales son bastante exactos, aun cuando haya una trama paralela que sea pura ficción.
8.- ¿Qué te parece más importante, novelar la historia o crear una ficción?
Depende del estilo de cada escritor, creo yo. Hay quienes manejan muy bien la historia novelada y otros a los que se les da mejor crear una ficción en un ambiente lejano. En mi caso, intento crear una trama interesante que se imbrique con hechos ciertos y documentados.
9.- El papel de las mujeres en esta obra queda algo oscurecido: ni con ellas ni sin ellas; ¿falsedades, engaños y a la vez meta y deseo? ¿Cómo entiendes el papel de Angélica?
Un tema peligroso… veamos, intento huir siempre que puedo de los personajes anacrónicos. Aunque sea un escritor hijo de mis tiempos y, por tanto, en ocasiones se me escape algún detalle en la creación de los personajes, creo que mis hijos literarios, en conjunto, se adaptan bien a su propia era. El papel de las mujeres en la historia de occidente, por desgracia, ha sido siempre bastante oscuro y muy poco reconocido, sobre todo por la presión machista a la que eran sometidas. Circunstancias de cada época. El personajes de Angélica usa las armas de las que dispone, que no son sino cerebro y seducción, para lograr sus fines.
10.- ¿Cómo es que siendo biólogo has soslayado tanto el trabajo de Darwin como naturalista e investigador científico? ¿Crees que es mejor tratarlo en un ensayo?
Por varios motivos. El trabajo de Darwin sobre la teoría de la selección natural no empezó hasta el año posterior al regreso de la HMS Beagle a Inglaterra. Durante el viaje, Darwin realizó muchos trabajos, pero sobre todo de geología, con el envío a Inglaterra de fósiles. De hecho, a su regreso fue aclamado como eminente geólogo, no como naturalista, reconocimiento que le llegaría bastante después. Y aunque no cabe duda de que durante el viaje, y quizás antes dado el ambiente científico de la época, Darwin no dudaba del cambio y la mutación gradual de las especies, tampoco tenía idea de cómo se producía. Así pues, y dado que la parte científica de esta novela, si era fiel a la verdad, debía limitarse a estudios geológicos, decidí que no era materia de novela.
11.- En tu novela se dan unos cambios de estilo tan fuertes que parece haber sido escrita por tres manos, ¿cómo hiciste para engarzarlos? ¿Lo planificaste previamente o te surgió conforme escribías?
Fue una decisión previa. Cada línea narrativa debía tener su propio estilo para que el lector pudiera diferenciarla de un solo golpe de vista. Además, era un reto escribir de modos tan distintos. Y los retos me pueden.
12.- Te refieres al bergantín Beagle como femenino, y suena muy raro, ya que en castellano es masculino. Además, la traducción de Beagle es “sabueso”. ¿Hay alguna razón para ello?
Es una consecuencia de haberme documentado en la lengua original, inglés. En los diarios de Darwin y de FitzRoy, el bergantín es un “she”, y su posesivo, “her”. Me pareció más consecuente mantener la traducción en femenino, aun cuando en toda Sudamérica sea en masculino.
13.- Los personajes en su mayoría son reales, ¿tardaste mucho con la documentación sobre el tema?
Reunirla no fue difícil, ya que hay mucho publicado y accesible en las redes. Leerlo fue harina de otro costal, por supuesto. Mi inglés es decente, pero no oxfordiano, y había que tomar cientos de notas, diagramas, guiones… en fin, nada que no le suene a quien haya hecho novela histórica, así que no me quejaré.
14.- Es famosa la polémica entre el capitán Fitzroy y Darwin, pero en el libro no le das mucha importancia, sólo en pequeñas dosis ¿por qué? ¿Crees que el público no estaría interesado o que se desviaría demasiado la atención?
La respuesta es parecida a lo que respondí sobre las investigaciones de Darwin. Aunque durante el viaje hubo fricciones entre los dos, cosa lógica en cinco años de convivencia, nunca llegaron a enemistarse y mantuvieron, en general, buenas formas. Su enemistad (muy matizada) no llegaría hasta la publicación de los Diarios de ambos. Su publicación fue conjunta y la parte de Darwin fue mucho mejor acogida entre el público, lo que hizo nacer celos en el capitán. Más tarde, con la publicación de los trabajos de Darwin y Wallace sobre el Origen de las Especies, el rígido puritanismo anglicano de FitzRoy haría el resto.
15.- ¿Hay otros personajes dentro de la investigación científica sobre los que tengas intención de escribir más adelante?
Sería maravillo escribir sobre la expedición de Malaspina. Pero, por el momento, eso sólo es un proyecto lejano.
Deseamos que tengas mucho éxito con tu novela y continúes felizmente tu carrera literaria.
Ariodante,
Octubre 2010
Enhorabuena por esta entrevista tan interesante. No conocía al autor ni su libro, gracias por dárnoslo a conocer.
Cuéntate la vida https://cuentatelavida.blogspot.com
Me encantó “el crimen de los monegros”, seguro que éste también me encantará. Sigue escribiendo así de bien, un saludo de otra asturiana.