Todos sus personajes viven ese día a día de las reacciones habituales de forma dispar. Desde el hombre maduro que espera el resultado de una biopsia de un lunar, a la joven que decide estudiar arte cambiando en el camino su decisión para detenerse en una población, pasando por la chica que pierde la amistad de su compañera de juventud sin saber porqué, sin conocer las causas de esa reacción. A veces lo lleva al extremo como en Videocity, el cuento en el que el protagonista se obsesiona con la gente que le trata pensando que es víctima de un complot universal o como en Hijos de Dios donde el pastor de un pueblecito cree haber descubierto una nueva virgen María entre los parroquianos.
Cuentos bien construidos, narrados con palabras sencillas que exponen la inquietud que unos y otros tienen sobre los actos de los demás y la forma en que eso les afecta en la vida. Relatos alejados geográfica y socialmente del mundo ibérico con ligero parecido con la novela negra nórdica donde sólo sentiremos la identificación con la actitud de sus personajes.
Sabemos que el género de los cuentos tiene unos adeptos bien definidos, que no todo el mundo lector gusta de ellos. Sin embargo tanto si le gustan como si es habitual de ellos recomendamos este libro que dejará con un buen sabor de boca a todo tipo de lectores. Diremos más todavía, nos deja con ganas de tener más contenido, más páginas, más relatos, incluso de releer bastantes de ellos. Eso es lo mejor de un libro y es quizás el máximo halago que se le puede hacer a un libro de cuentos.
Pepe Rodríguez
SINOPSIS
Peter Stamm ha sabido dibujar como nadie lo que nos distancia en nuestras relaciones humanas y sus afectos. La suerte huidiza e inalcanzable, lo inesperado que nos acecha en cada esquina y la melancolía por el amor perdido. En los doce relatos que hoy presentamos, escritos con una rara precisión y destilada economía de medios, se tensan todos estos extremos con la maestría y singularidad de una de las voces más celebradas de la nueva narrativa en lengua alemana.