Las técnicas utilizadas para contar este viaje son diversas: la narración propiamente dicha, el foto collages o el cómic y que nos llevan aun sorprendente y muy creativo final.
Mucho se ha hablado del “efecto Nocilla”, de que si el proyecto no era más que un producto de mercado y tantas idas y venidas que ha protagonizado el experimento de Fernández Mallo. La verdad es que la exposición a estos trabajaos, su frescura formal y su desafío a los cánones no es nuevo, vine de Cortázar y no es más que una vuelta de tuerca a lo fragmentario y efímero como vehículo de comunicación de la historia que se quiere contar.
Sin duda alguna la lectura de “Nocilla Lab” requiere como el resto de sus complemento una lectura más atenta para encontrar la cadencia de las historias lo cual no es un defecto del artefacto sino un reto para los lectores.
Sin duda que seguiremos hablando de esta “Nocilla literaria” y de sus consecuencias pero lo que es innegable ya es que Agustín Fernández Mallo tiene una poética, es coherente con ella y la lleva hasta sus últimas consecuencias.
Este “viaje al centro del uno mismo” es enriquecedor en sus paisajes que son el fraseo de la primera parte y sin duda alguna los “Fragmentos encontrados” de la tercera parte. Frases como esta “No sé si tendría valor para esa clase de regreso a mí mismo”, constatan lo reflexivo y profundo de este viaje, viaje que termina convirtiendo al propio autor en un personaje de sí mismo, muy vilamatiano.
Para quien reseña resulta particularmente elocuente la entrada en escena de dos de los grandes escritores que creen en las casualidades literarias: Enrique Vila-Matas por España y Paul Auster por el resto del planeta libro y que son tratados aquí como objetos de meta ficción al igual que el propio Agustín. Busquen sobre todo a Vila-Matas y sabrán por dónde anda y qué fue lo último que escribió. No se dejen engañar por las novedades literarias.
“Nocilla Lab” será para los que se lleguen a él una grata experiencia como lectores y un disparador creativo muy interesante. Que nadie se tire de los pelos intelectuales antes de haber pasado por esta interesante propuesta de Fernández Mallo que da para mucho discutir y para mucho que disfrutar.
Pedro Crenes
SINOPSIS
Con Nocilla Lab culmina el proyecto literario que ha agitado el panorama narrativo en español. Una road-movie inquietante. Un certero retrato del arte de crear, de escribir, de imaginar.
«No sé si tendría valor para esa clase de regreso a mí mismo.»
El desastre de Chiang Mai durante un viaje a Tailandia fue la azarosa oportunidad para que Agustín Fernández Mallo volcara en un relato tripartito sus experiencias con esa cosa tan extraña llamada Mundo. Nocilla Lab es el cierre lógico y multidisciplinar del Proyecto Nocilla.
Una road movie autorreferencial y visionaria, inquietante, donde un hombre y una mujer buscan poner en marcha el Proyecto, una excusa para hurgar en sus sueños y en su propia relación. Un certero relato del arte de crear, de escribir, de imaginar. El trayecto acaba en una antigua prisión en la que un hombre se enfrenta a otro, con el suspense y la tensión de un thriller, un hombre contra sí mismo en un final original y sorprendente.
Como un demiurgo disfrazado de DJ ficcional, Agustín Fernández Mallo transforma cuanto encuentra a su paso en una nueva realidad, la creada por su mesa de mezclas, convirtiendo lo paradójico de la existencia en una verdadera poética. Pura física elemental.
Título: Nocilla Lab | Autor: Agustín Fernández Mallo | Editorial:Alfaguara | Páginas 184 | Precio 16€ |
La megaliteratura de la nocilla.
Aquí tienes mi crítica literaria para este experimento social.