Desde el prólogo, en el cual se explica el origen del nombre del libro y que es toda una declaración de principios de por dónde van los tiros de estos artículos de opinión hasta el último de ellos, “Lo que no vengo a decir” nos asalta y nos sorprende, nos hace pensar, amar, e incluso (en más de un artículo) querer llamar al autor para reclamarle un par de cosas. Muchos de ellos son pequeñas perlas que muestran el genio de este autor de prestigio de nuestras letras.
En algún artículo habla de los blogs y de lo tedioso que le resultaría tener uno (una región ocultamente furibunda) o ese otro en el que habla del Real Madrid y de su deseo de que Jorge Valdano vuelva al banquillo de Chamartín; el que da título al libro nos habla de esa vieja costumbre española que Fernando Díaz–Plaja recogió en “Arte y oficio de hablar”, a saber, el uso del discurso ajeno para la propia futura perorata”, es decir, no escuchamos al otro más que para elaborar nuestra respuesta sin escucharle. Así, como Marías describe en su brillante artículo, “ya, lo que este tío viene a decir…” y el lector no se ha quedado con nada de lo que el texto dice, sólo con una opinión muy particular de lo que se vino a decir (a escribir, en este caso).
Sobre todo nos llama la atención aquel en el que reflexiona sobre lo efímero de una obra literaria (El temor de vivir a destiempo), del tiempo y del sacrificio que hace el escritor para que su “novedad” editorial dure apenas unas semanas y se relegue al olvido. Todos vamos hacia el olvido es cierto, pero no deja de ser un reto esa reflexión ceñida a la actualidad y da una medida de la velocidad con la que van las cosas en estos días.
Algunos artículos polémicos hablan de derechos, de opiniones políticas y de curiosidades de nuestro solar patrio y aun así todos ellos nos dejan prendida en la mente una idea para rumiar, un motivo más para querer más o no a un escritor que, diga lo que diga, es un referente estilístico, técnico e intelectual de las letras españolas modernas nos guste o no lo que haya venido o no a decir.
RESEÑA OFICIAL DE LA OFICIAL
Este volumen recoge noventa y cinco artículos publicados entre febrero de 2007 y febrero de 2009, es decir, el quinto y el sexto año de las colaboraciones de Javier Marías en El País Semanal.
Dice el autor en su prólogo: «Llevo ya tantos años dando la tabarra a los lectores que me pregunto cómo me aguantan y cómo aguanto. Por eso, a la hora de escoger un título, me han tentado los de algunas columnas: “El pelma ante los plastas” habría descrito bien una sensación que tengo a menudo al escribir; “Debo preocuparme” habría resultado adecuado, ya que son demasiadas las cosas que no me gustan como para no pensar a veces que el equivocado soy yo, o el anacrónico.
Quizás habría valido “El temor de vivir a destiempo”, con la salvedad de que no siento temor ante eso; o “Una región ocultamente furibunda”, sólo que el adverbio habría estado de más; o “Cuando la gente no tenemos razón”, porque no aspiro a tenerla siempre; o “El muy español afán por cargárselo todo”, con el inconveniente de que llevo toda la vida padeciendo la acusación de no parecer nada español; o “Dónde huir en secreto”, pues ese es el impulso que con frecuenta me asalta».
Somos muchos los lectores que, sin embargo, agradecemos que Javier Marías sea un pelma y señale lo que no le gusta; que se atreva a vivir a destiempo y a veces se muestre furibundo; que no aspire a tener razón siempre pero lo procure, que no parezca nada español aunque lo sea, y que no se decida a huir a ningún sitio y nos siga acompañando.
Pedro Crenes
Título: Lo que no vengo a decir |Autor: Javier Marías | Editorial: Alfaguara | Páginas: 328 | Precio : 18€