La primera novela del guionista cinematográfico canadiense, Peter Behrens, constituye un monumento literario difícil de hallar en la cada vez más breve pseudoliteratura actual. En múltiples ocasiones hemos reseñado y elogiado textos cortos, cuentos y relatos que sin alcanzar un esplendor compositivo ni maravillarnos especialmente, han resultado honestos, eficaces y resultones. Sin embargo, el buen gusto del aficionado al placer de leer exige en ocasiones edificios argumentales bien diseñados, funcionales, detallados y con una textura emocional importante sin llegar al empalago. Valorado bajo este baremo La Ley de los Sueños no solo alcanza el nivel esperado sino que en muchos aspectos incluso percibimos que le queda recorrido para rato. Behrens sería capaz de seguir una trilogía partiendo del punto final del libro y aún tendría cuerda para un cuaderno de extras. (más)
Multitud de amargas aventuras que Behrens corta en América cuando Fergus contrata al primer chico para que le ayude en la cría de caballos.
El relato rebosa viveza en cada escena y en cada conversación. Nada sobra, las palabras, los sonidos, los olores y texturas funcionan sensitivamente en nosotros. El bloqueo mental del día a día de una vida sin sentido ni futuro nos arrastra de la mano de un lugar a otro, sin ninguna esperanza, sin saber nada: ni siquiera si Liverpool es América, si se tarda una semana en cruzar el Atlántico o si se puede confiar en alguien.
Fergus regatea la muerte y la miseria con mucha suerte y algo de sentido común, con la entereza de un hombre que no tiene nada que perder, pero con unos principios y valores superiores a los prohombres de su época.
Sinceramente supone un excelente ejemplo de lo que se puede esperar en un buen libro que servirá de disfrute para quienes gusten de visualizar la novela histórica y de sentirla en todo su esplendor.
Nos ha gustado mucho: Vivir, sentir, palpar y oler cada detalle
Nos ha gustado menos: No conocer más sobre su futuro
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Irlanda, 1846. Los señores de la finca donde trabajan los O’Brien necesitan más dinero. Son varias las familias que arriendan esas tierras, pero el encargado tiene una orden tajante: expulsarlas. Y todos, finalmente, se marchan. Todos, excepto los O’Brien. Y entre la persecución del propietario y la plaga que provocará la gran ham–bruna de esos años, la familia es exterminada. Sólo se salva Fergus, el hijo mayor, casi un niño, que se verá obligado a crecer muy rápido. Y así comienza el largo viaje del muchacho hacia no sabe dónde. Tras fugarse del dickensiano asilo para huérfanos, dará con una banda de chicos de la calle, que roban para sobrevivir. Con ellos, el jovencito aprende muchas cosas, y no sólo sobre sexo. Pero no acaba aquí el periplo de Fergus, que se pondrá otra vez en marcha, movido por la ley de los sueños –y de la supervivencia–, que dice que hay que seguir, que siempre hay que seguir… Governor General’s Literary Award. «Absorbente, despiadada, muy hermosa… Nos enseña que el pasado realmente fue prodigioso, y terrible, y extraño, pero también un lugar muy real, habitado por hombres y mujeres de verdad, y que aún está muy pre–sente en nuestras vidas» (K. Baker, The New York Times).
Título: La ley de los Sueños | Autor: Peter Behrens | Traducción de: Jaime Zulaika | Editorial: Anagrama | Páginas 480 | Precio 22€