Vamos con las virtudes del libro. Primero la brevedad, acostumbrados a los ladrillos históricos habituales resulta gratificante tener menos de trescientas páginas en una fuente suficientemente grande como para leerla cómodamente. Segundo la estructura, alternando capítulos en los que Imilce, la anciana narradora, cuenta sus recuerdos a Karo, su joven escriba, con las vívidas escenas de esos tiempos pasados. Siempre más cortos esos capítulos del presente y más amplios los del pasado proporcionan un ritmo perfecto que hace muy cómoda su lectura. Tercero, ausencia de detalles superfluos, todo está convenientemente decorado y descrito pero notamos que no hay ningún afán por impresionar al lector, al contrario una gran modestia impregna la narración haciendo que destaque la misma más bien que la ampulosidad que buscan muchos escritores bien documentados. Cuarto, la sutil tensión, ya que desde la primera escena hallamos el drama dispuesto sobre la mesa y hasta la última hoja no deja Isabel que el mismo decaiga. Sin embargo nunca nos agobia ni nos carga, mantiene un buen tono fluctuante atractivo. Quinto el estilo, con un alto componente lírico y una gran variedad sintáctica y lingüística que dota de una amenidad casi imperceptible a todo el relato; resulta complicado hallar frases repetitivas o estructuras copiadas, todo es fresco y nuevo. Sexto, los personajes son buenos, al menos todo lo bueno que pueden ser ajustándose a unos cánones mitológicos de los cuales es difícil zafarse, pero eso destaca muy por encima de ellos el personaje inventado por ella de Imilce, la anciana decidida a redactar las memorias de Dido. Desconozco si la autora se ha basado en una persona real para darle vida, pues si así es le pediré que me diga dónde vive. Ha creado un ser encantador, pleno, dulce, inteligente y experimentado en donde normalmente no miramos, en lo que hoy día diríamos que es ‘una vieja’ quizás el personaje más denostado de la sociedad actual. Imilce es gloriosa, sabe disfrutar de lo mejor que la vida le ofrece y lo hace con la autoridad de los años y la experiencia. Es capaz de dar lecciones sobre todo, es una maestra de la vida y rezuma vitalidad por todos lados. Sólo por ella merece la pena leer este libro.
¡Ah!, me preguntarán por la historia, bueno, para eso creo que deben leer la sinopsis de la editorial que dice “La reina Dido y un grupo de fieles huyeron de su patria, la fenicia ciudad de Tiro, para evitar una guerra civil. Comenzaba así una epopeya que les llevaría a recorrer el Mediterráneo buscando una nueva tierra donde asentarse y concluiría en el norte de África. Su vagar por los mares, las peripecias que acompañaron la fundación de Cartago y su encuentro con el troyano Eneas, nos sumergen en una historia en la que aventuras, pasión, amor y traición nos atrapan hasta el final.
En “Dido. Reina de Cartago” escuchamos la voz de los fenicios que acompañaron a la reina y compartieron su destino. Un canto a la memoria colectiva; una indagación sobre los sentimientos y los conflictos humanos, sobre la admiración y el amor que supo despertar esa mujer excepcional, capaz de darlo todo por los suyos.”
Recomendamos encarecidamente este libro que con pocos medios y sin armar ruido nos ha robado un trocito de nuestro corazón. ¡Enhorabuena Isabel!
Título: Dido, Reina de Cartago | Autor: Isabel Barceló | Editorial: ES ediciones | Páginas 300 | Precio 15,90€
Maravillosa reseña!
Y aguda mirada. Una de las características de Isabel Barceló, manifiesta en todos sus trabajos es precisamente la gran modestia. Sus personajes son los verdaderos protagonistas, bajo la mirada austera, disciplinada de su madre-autora, un ser humano excepcional.
Estoy esperando, con mucha ansiedad, que “Dido…” llegue a mis manos en estos días!
Muchas Gracias!
Desde luego, la crítica es muy buena, y si el libro es tan bueno como la crítica será un placer leerlo. Lo compraré