Espinosa. El último capitán de la vuelta al mundo, de Tomás Mazón Serrano

Con motivo del V Centenario de la primera vuelta al mundo se ha vertido mucha tinta sobre este hito. Cierto que todo este acontecimiento gira en torno al hombre que la protagonizó: Juan Sebastián Elcano. Y cómo no, Fernando de Magallanes, quién capitaneo la expedición hacia las islas de las Especias, las Molucas. Y es que fue este último el que propuso partir hacia ellas realizando el trayecto a través del Atlántico hasta el Pacífico, abriendo así una nueva ruta de navegación.

Desafortunadamente, Magallanes encontró la muerte luchando contra los indígenas en la conocida batalla de Mactán. Su trágico final fue uno de los principales detonantes que produjeron que Juan Sebastián Elcano acabara liderando la nao Victoria, la única que logró regresar de tan histórica como trágica expedición, y circunnavegar la Tierra por primera vez. La nao que casi consiguió cumplir también su objetivo —sin contar a la San Antonio, capitaneada por Juan de Cartagena y que decidió desertar, regresando a Sevilla antes de completar la misión— fue la Trinidad. La cual no pudo partir a la vez que la Victoria debido a la necesidad imperiosa de ser reparada, quedando en la isla de Tidore, durante cuatro meses para este fin, y así poder reemprender la ruta en pos de Elcano. Pero las condiciones climatológicas, así como la falta de víveres la obligaron a regresar a las Molucas, siendo capturada y desmantelada por los portugueses para ser utilizada en la construcción de un fuerte.

Fue Gonzalo Gómez de Espinosa el que se hizo cargo de la Trinidad y capitán de la expedición tras la destitución de Juan López de Carvalho por mala conducta. Y es que en esos ríos de tinta a los que me refería al principio, poco caudal se dedica a este magnífico militar y marino, que aportó más de lo que se le atribuye en la realización de tan admirable gesta. Con este libro, Tomás Mazón Serrano, quiere hacerle justicia a tan eminente personaje.

Cuando hablamos de Tomás Mazón, nos referimos a uno de los mayores investigadores de la expedición de la primera vuelta al mundo. Su web, rutaelcano.com, es un referente sobre el tema, alcanzando más del millón de visitas. Reputado conferenciante y articulista, ha publicado con anterioridad «Elcano, viaje a la historia», un libro donde daba voz al famoso expedicionario y a aquellos que lo acompañaron, a través de documentos y legajos que dejaron constancia de estos hechos. Pero esta vez ha querido hacerle justicia a un hombre casi indispensable para que esta hazaña pudiera materializarse, demostrando por medio de un gran y exhaustivo trabajo de investigación, que gracias a la determinación y la honestidad de este explorador, Elcano consiguió que su nombre formara parte de la historia.

Mazón consigue transmitirnos, a través de su entusiasmo, su admiración por Espinosa. Creando un ensayo entretenido que despierta nuestras ganas de seguir averiguando qué fue de este personaje no tan reconocido. En la mayoría de libros seguimos la pista a quien consiguió dar por primera vez la vuelta al mundo, pero de Espinosa apenas se trazan unas líneas indicando que tuvo que quedar atrás debido a una avería en su nao, y que fue llevado a una prisión de Lisboa para ser liberado cuatro años después. Pero no se hace hincapié en las vicisitudes que sufrieron él y sus acompañantes, dignas del guión de una gran obra épica cinematográfica.

El autor no solo nos narra lo acontecido referente a Espinosa durante la expedición y su desenlace en una prisión de la capital portuguesa. Va más allá a la hora de contarnos qué fue después de su destino, en como la suerte no lo acompañó, a pesar de merecerlo gracias a su rectitud, honestidad y sentido del deber. Seguiremos su biografía hasta el fin de sus días, llegando incluso a narrar unas pinceladas sobre la vida de su hijo, una vez desaparecido él.

Resulta abrumadora la labor que ha realizado este escritor en cuanto a la investigación y lectura de documentos con más de quinientos años. Es mediante las acotaciones que acompañan al texto donde podemos leer de primera mano el fragmento de documento original del que procede la información. Unas acotaciones que son breves y concisas, no ocupando sus notas más de dos o tres renglones, que convierten su lectura en algo ágil y no ralentiza lo más mínimo el grueso de la lectura, como por desgracia nos tienen acostumbrados la mayoría de los ensayos, que se pierden en sus notas de autor, rompiendo así la dinámica al hacer su lectura más tediosa. Aquí el autor ha conseguido todo lo contrario, y es que sus trescientas páginas se nos harán breves, tanto por lo interesante de la vida de Gonzalo Gómez de Espinosa, como por el ritmo que le atribuye Tomás Mazón a la narración.

Después del bombardeo de alabanzas y obras dedicadas a Elcano, por supuesto más que merecidas, es de justicia que la aportación de Espinosa también sea conocida y reconocida, y sirva este libro como muestra de esa mercidísima mención en la historia. Y que mejor que a través de este libro que gustará por igual al más experto en historia como al más lego en la materia.