«Un delirio que sugiere el trabajo de una Kafka femenina.» Jacqueline Harpman: una memoria en busca de testigos

Moi qui n’ai pas connu les hommes fue publicada originalmente por Stock en 1995. En la escritura de esta novela resuena el hermetismo de Clarice Lispector, la crudeza de Agota Kristof y la profundidad psicológica de Kafka.