YUKIO MISHIMA, una biografía para el 50º aniversario de la muerte del “último samurái”

El próximo 25 de noviembre se cumplen 50 años de la impactante muerte del escritor Yukio Mishima, el autor japonés más conocido y celebrado en Occidente convertido en figura de culto desde antes de su suicidio. Coincidiendo con el aniversario, La Esfera de los Libros publica Yukio Mishima. Vida y muerte del último samurái, en el que el profesor Isidro-Juan Palacios intenta desvelar ese «misterio envuelto en arte» de «cómo un hombre, en la cima de la celebridad y la gloria, pudo morir así como lo hizo».

«Yukio Mishima ha pasado a nuestro universal recuerdo por haber sido el escritor japonés que, con mayor decisión y manifiesta evidencia, defendió la pureza de la cultura tradicional japonesa. De hecho, al querer dejarle al mundo un testimonio fiel de semejante compromiso, rubricándolo en sangre, llegó a asumir y realizar en sí mismo una de las muertes voluntarias más inimitables que han existido: el seppuku. El 25 de noviembre de 1970, al mediodía de una soleada y fresca mañana, se abre el vientre con una espada corta muriendo al poco, conforme al ritual antaño practicado por los guerreros samurái durante generacio­nes. Al llevarlo a cabo ante testigos y haberlo consumado tras un incidente provocado a conciencia por el escritor, para llamar la atención sobre lo que tenía que decir y hacer, aquello conmocionó al mundo», explica el autor y especialista en la poliédrica figura de Mishima.

Yukio Mishima. Vida y muerte del último samurái es una vibrante biografía que busca interpretarlo desde nuestro mundo, desentrañar a este escritor convertido en hombre de acción que había nacido aún en un Japón premoderno y que luego vivió en un Japón occidentalizado tras el desastre de la Segunda Guerra Mundial. Muy pronto se las ingenió para darle la vuelta a esta adversidad impuesta, tanto en su fuero interno como en el hacer de su vida pública, y sorprendió a todos.

«A la edad de su muerte, a los cuarenta y cinco años, –dice Palacios– Mishima había escrito ya, entre novelas, ensayos, cuentos, piezas teatrales, guiones cine­matográficos… doscientas cuarenta y cuatro obras. Conocía a la perfec­ción varios estilos de su lengua, así como el japonés medieval; interve­nía en sus propias películas como actor y codirector; dirigía la escena e interpretaba papeles en el teatro; fue perfecto calígrafo, maestro de ken­do, piloto de reactores, atleta, orador consumado; fundó el Tate-no-kai (Sociedad del Escudo) y hablaba varios idiomas europeos. Yasunari Kawabata, Premio Nobel de literatura de 1968, dijo de él: “Un genio como Mishima solo aparece en la humanidad cada trescientos o cuatrocientos años”. Y se estuvo preguntando hasta su muerte, acaecida también por suicidio en abril de 1972, cómo le habían dado el Premio Nobel a él, y no a Yukio Mishima, que lo merecía mucho más».