Sobre el dolor y la literatura

La perfecta casualidad de seguir con vida de Luciana Prodan

Huso,2020

Por Juana Ríos

En los relatos de Luciana Prodan encontramos la poesía de lo cotidiano, la esencia de lo que nos hace humanos, vulnerables. Sus personajes tienen en común una consciencia extrema de su dolor, una determinación y una soledad inabarcables.

Son historias del lado menos amable de la vida, de situaciones duras, de oscuridades y tristezas pero también llenas de la fuerza que cada quien contiene muy adentro sin saberlo.

Relatos bien construidos que nos llevan de la mano de sus protagonistas a finales inesperados, casi como navajas que se afilan bajo nuestra mirada para clavarse en nuestra emoción en un párrafo final, a veces, una sola frase que cierra magistralmente la historia.

Porque exactamente es alma, sentimiento, los que viven en este libro de relatos, sus protagonistas nos contagian sus emociones, nos hacemos cómplices de sus desvelos, preocupaciones, vivimos dentro de sus pieles mientras Luciana nos los abre como en la mesa del cirujano para que entremos, palpitemos, en ellos. Son criaturas que viajan por túneles sin opción a dar la vuelta, sin la luz al final para llenarlos de esperanza, sin espejismos ni oasis, con mucha fuerza, arañando las paredes de barro de la realidad y a veces, retando con una sonrisa a la desolación.

Tiene este libro un aire de tragedia inevitable, de esa que empapa bien los días de casi todos nosotros en algún momento de nuestra existencia, como una lluvia pertinaz de la que no podemos protegernos, de la que no somos culpables y contra la que no podemos rebelarnos.

Tal vez por eso empatizamos con facilidad con los silencios, las miserias, las penas, las cobardías o los actos extremos de amor de sus personajes, que se elevan desde las páginas escritas como árboles azotados por el viento, heridos por un rayo, pero en los que sobrevive siempre una dignidad hermosa y resiliente.

Cualquiera de estos relatos puede ser la historia de un vecino, una amiga, un familiar, alguien con quien compartes el bus o con quien charlas de algo intrascendente en la sala de espera del médico, porque la vida tiene sus dramas escondidos (a veces gritando sin palabras) en muchas camas, habitaciones de hotel, bloques de pisos, oficinas o estaciones de tren.

Luciana tiene la capacidad de contarnos esas historias y meternos en vena la emoción que está más allá de lo que vemos con los ojos, como si nos asomara a una ventana sin cristales y con la magia de sus palabras desnudara para nosotros otras realidades, a veces como un golpe en la boca del estómago.

Ese ejercicio de exorcismo que lleva implícita la buena literatura está plasmado en letras de tinta, sangre y grito callado en el libro; la autora, con la cadencia musical de su voz literaria, nos arrastra a meter los pies en los zapatos de sus criaturas, viajar por un rato en sus universos sin utilizar para ello recursos grandilocuentes, plasmando las tragedias o las miserias a las que se enfrentan, con la “sencillez” de la buena escritora que pone boca arriba las cartas con claridad.

La perfecta casualidad de seguir con vida, de Luciana Prodan ha sido editado por Huso Editorial con una exquisita portada (como es ya costumbre en Huso), y con dos prólogos maravillosos, uno de Marifé Santiago Bolaños y otro de Juan Laborda Barceló, que en sí mismos son dos reflexiones poéticas sobre el dolor y la literatura.