Los planificadores, de Un-Su Kim

Me gustan las bibliotecas, largos pasillos llenos de libros numerados llamándonos a voces. En Los planificadores, de Un-Su Kim, una biblioteca se convierte en la oficina de un asesino a sueldo.


Reseng fue abandonado cuando era un bebé y fue criado en una biblioteca por Viejo Mapache que le transmitió sus conocimientos. No le enseñó a leer, le enseñó a matar.


En Seúl, Los Planificadores son los que deciden quién va a morir. Nadie sabe quiénes son, pero quienes son es casi lo de menos. Viejo Mapache trabaja para ellos y Reseng ejecuta sus órdenes sin hacer preguntas. Pero el asesinato de una prostituta le hace empezar a pensar qué es lo que está haciendo.


Los planificadores no es un thriller trepidante como anuncia la contraportada. El ritmo de la novela es pausado, quizás frío. Nos envuelve en un ambiente oscuro que en varios momentos nos recuerda al mundo de Orwen en 1984, hombres que cumplen órdenes que no entienden pero que tampoco hacen nada por entender. Entes superiores que manejan los hilos y que no tienen cara. Pero en Los planificadores, Reseng empieza a hacerse preguntas, aunque sabe que esto hará que el mismo esté en el punto de mira.


La historia gira alrededor de Reseng. Un personaje que produce sensaciones contradictorias. Por un lado su falta de empatía provoca rechazo, por otro lado su forma de ser hace que el lector se sitúe a su lado evolucionando con él. Su primer asesinato hace que el lector piense que tiene sentimientos, de repente deja de tenerlos, después los recupera… ¿Quién es Reseng? Pero también hay otros personajes contradictorios como Viejo Mapache, sicario que rescata a niños abandonados para convertirlos en asesinos, que tiene su oficina en una librería pero que aconseja no leer” Leer libros te condenará a una vida de temor y vergüenza” le dice a Reseng al verle leyendo a Homero… Oso, dueño de un crematorio de animales que complementa los pocos ingresos que tiene incinerando a las víctimas de Los planificadores.

Personajes fríos como el ambiente frío de la novela. La prostituta que siembra las dudas en dos sicarios y cuya única petición es que la maten sin dejar marcas en su cuerpo. Todos los personajes, de algún modo, son víctimas de un sistema que los ha convertido en peones.


Me ha gustado. Los planificadores hacen que nos planteemos no sólo lo que hacemos sino cómo y por qué.