La chica nueva, de Daniel Silva

Una novela de espías en el mundo de la globalización

En esta ocasión, Daniel Silva nos vuelve a llevar al centro del espionaje internacional. Cuando una niña se matricula en un exclusivo colegio inglés, la pequeña hace sospechar a una de sus profesoras que esconde algún secreto. La niña es la hija de un poderoso heredero de Arabia Saudi, aplaudido por unos y denostado por otros, ya que ha prometido reformar y modernizar su país. Al poco tiempo la niña es secuestrada y Gabriel Allon se convierte en el elegido para descubrir donde se encuentra y quiénes son sus secuestradores. Este es el argumento de La chica nueva


Daniel Silva recupera en La chica nueva algunos de los personajes que conocemos de sus novelas anteriores. Gabriel Allon, ahora más maduro y con una vida estable, o todo lo estable que puede tener el jefe del servicio de inteligencia israelí, va a protagonizar esta novela. Sin embargo, para disfrutar de ella no será necesario que el lector haya leído las novelas anteriores de este carismático hombre.


En La chica nueva aparece un episodio real que todos recordaremos, el asesinato de un periodista disidente saudí. Así, entre ficción y realidad transcurre la búsqueda de la niña secuestrada. El lector gracias a la prosa rápida de Silva, recorrerá Tel Aviv, Arabia Saudí y los escenarios que forman el mosaico del mundo global. Silva, además, tiene la capacidad de dotar a sus personajes de alma. El autor mezcla sus historias personales, sus miedos y sus inquietudes con la trama.


Los personajes constantemente cruzan la delgada línea de la legalidad y de la moralidad. Las traiciones son parte de su realidad y todo acción es justificada si puede conducir a la resolución del secuestro. Es una novela de contrastes y el lector se planteará si realmente el fin justifica los medios.
Está claro que la novela de espías está de moda. Quizás la convulsa situación política en la que vivimos es un buen caldo de cultivo para las intrigas internacionales.