| Queridos amigos,
Mis cien demonis, de Lynda Barry, fue uno de los últimos libros de Reservoir Books que salió del almacén para instalarse en las mesas de novedades de nuestras queridas librerías. A pesar de la situación excepcional que estamos viviendo, nos hace especial ilusión presentaros la obra cumbre de esta brillante autora, que se publica por primera vez en nuestro país. Barry libera sus cien demonios en este clásico moderno de la novela gráfica.
Inspirándose en el cuadro de un monje zen del siglo XVI que dibujaba a cien demonios que se perseguían unos a otros a lo largo y ancho de un papiro, Lynda Barry se enfrenta a los episodios más terribles de su vida en diecisiete capítulos, diecisiete momentos de una existencia que todavía la persiguen: su juguete más querido, la relación con su madre y abuela filipinas, el intento desesperado de ser aceptada en el instituto, el novio que más daño le hizo, el olor de las diferentes casas del vecindario en el que creció, aquel trabajo desastroso con una pareja de hippies… Para ello, mezcla autobiografía y ficción en un híbrido que ella llama “autobioficcionalografía”.
Estos DEMONIOS son los MOMENTOS DE LA VIDA que TE obsesionan, los que PASAN A FORMAR parte de TI: tu peor NOVIO, las partidas de KICKBALL en una NOCHE DE VERANO, VER BAILAR a tu hermano menor Y DARTE CUENTA de que has dejado ATRÁS tu infancia. ¿Cómo ha podido ocurrir?
Con una habilidad innata para retratar el mundo de la niñez y la adolescencia, su crueldad y su ingenuidad, las viñetas de Lynda Barry son dolorosas y entrañables a la vez, luminosas, repletas de detalles y con unos diálogos vertiginosos. Barry bucea en sus memorias en un ejercicio artístico que le permite liberar sus cien demonios sobre el papel, algo que anima a hacer a sus lectores al final del libro.
Desde el momento de su publicación original, en 2002, Mis cien demonios ha sido considerado un clásico de la novela gráfica y se ha situado a su autora en el panteón de los grandes maestros del cómic moderno: Robert Crumb, Aline Kominsky, Art Spiegelman, Chris Ware, Julie Doucet, Chris Ware, Marjane Satrapi, Daniel Clowes, Alison Bechdel, Joe Sacco y Emil Ferris.
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Lynda Barry (Wisconsin, 1956) ha trabajado como pintora, dibujante, escritora, ilustradora, dramaturga, editora y profesora, y se ha dado cuenta de que todas esas profesiones son muy parecidas. Vive en Wisconsin, donde trabaja como profesora de arte en la Universidad de Wisconsin Madison. Además, Barry es la creadora de una de las tiras cómicas más famosas de Estados Unidos: Ernie Pook’s Comeek. Ha publicado The Freddie Stories, One! Hundred! Demons!, The Grea test of Marlys, Cruddy: An Illustrated Novel, Naked Ladies! Naked Ladies! Naked Ladies! y The Good Times are Killing Me, adaptado a un espectáculo teatral. Ha publicado también las novelas gráficas didácticas What It Is, ganadora del Eisner Award for Best Reality Based Graphic Novel, Picture This y Syllabus: Notes From an Accidental Professor. En 2019 la Fundación MacArthur le otorgó una de las prestigiosas becas ‘Genius’. |
| LA CRÍTICA HA DICHO…
«Mis cien demonios es un libro tremendo, brutalmente honesto, reflexivo y conmovedor.»
Nick Hornby, New York Times Book Review
«Una historia emocionante sobre la construcción de la identidad, en la que Lynda Barry demuestra que ha sabido encontrar su lugar en el mundo y hacer las paces con los tormentos del pasado.»
Les Inrockuptibles
«Te preguntarás cómo algo puede ser tan triste y tan divertido al mismo tiempo.»
Lev Grossman, Time
«Lynda Barry no tiene igual… Nos acerca a un término que no se usa demasiado en el mundo del cómic: obra maestra.»
Dave Eggers, New York Times Book Review
«Las viñetas de Barry, visualmente chillonas, están repletas del anhelo de unir las piezas dispersas del pasado, pero también de la certeza de que esa misión puede ser imposible.»
Publishers Weekly
«Barry no es solamente una narradora, es una evangelista que insta a la gente a tomar un bolígrafo -o un pincel- y a observar sus propias vidas ojos nuevos y más compasivos.»
San Francisco Chronicle
«En la obra de Barry aguarda el poder transcendental de la imaginación.»
Salon.com |
