La estirpe de Velarde de Javier Tazón

Esta es una novela ambientada en la España de la Guerra de Independencia, podría calificarse de novela histórica, aunque no en el sentido más tradicional del término, ya que se vale de ciertos giros que le dan un toque más peculiar.  

Como algunas otras novelas, muestra esas dos facetas que se dieron, contraponiéndose a veces en las mismas personas, como eran el liberalismo y la ilustración, que en muchos casos coincidía con el afrancesamiento, y en otros con la idea de patria, de marcado liberalismo español, no francés. La constante lucha entre las ideas liberales, ilustradas, provenientes de Francia y  también de Inglaterra, y el conservadurismo absolutista, ligado a la religiosidad cicatera y a una idea de pueblo-rebaño, que la ignorancia y el analfabetismo popular hacía defender a un rey indefendible, impresentable, incapaz de sacar a España de su marasmo.  

La novela presenta esa visión de la España en armas frente al invasor desde dos puntos de vista: uno, el relato de la guerrillera Mariana, ya enferma y desahuciada, que va recordando momentos importantes de su vida, a su esposo, también guerrillero y combatiente. Pero este relato está escrito en segunda persona, como si un narrador desconocido se dirigiera a Mariana, instándola a contar sus aventuras.

La otra es una vista de pájaro. Un milano que sobrevuela la España en armas, vigilante y testigo a la vez de los hechos que sucedieron entre el levantamiento del dos de mayo de 1808 y 1814. Los grandes episodios de esa lucha mantenida contra el invasor, los va mirando con su ojo clínico, y el narrador universal lo cuenta. 

Y así, entre los hechos narrados desde el aire -por así decirlo- y los narrados con la emoción de Mariana, la emoción de sus recuerdos vividos, desde su vejez prematura y anquilosada en una buhardilla parisiense, él lector se va formando una idea de lo que se vivió en aquellos años, las ideas que circulaban, el sufrimiento de los ilustrados que veían a España hundirse y que los que podrían haberla salvado eran al mismo tiempo sus opresores, y que los que la salvaron finalmente la entregaron a manos de un absoluto personaje que tiró por tierra lo ganado y hubo que empezar casi desde cero  de nuevo.

Desfilan por estas páginas muchos protagonistas históricos, junto a personajes de ficción, inspirados en otros reales, algunos, y otros, como la perrilla que corre y sirve de excusa para contar el dos de mayo de una manera muy peculiar.

En suma, una novela que presenta los hechos de un modo original, que los cuenta de modo atractivo e interesante, que muestra las contradicciones del momento histórico, y a la vez emociona por la personalidad de la protagonista principal, Mariana.

Fuensanta Niñirola