Lota la cachalota, del Colectivo Rosa Sardina y Roser Rimbau

Lota, la cachalota es un álbum ilustrado infantil creado por el Colectivo Rosa Sardina con Roser Rimbau, editado por Takatuka, distribuido por Traficantes de Sueños (15€) y dirigido a niños de entre tres y cinco años. Destaca, sobre otras opciones infantiles, por el mensaje reivindicativo y por la composición plástica que lo reafirma.


  Lota, la cachalota trata el tema de la creciente degradación del medio ambiente a causa de la acción humana, mostrando las consecuencias que este comportamiento irresponsable tiene para los animales, como es el caso de nuestra protagonista, la cachalota Lota, a quien nuestros residuos le están dejando sin su hogar, el mar.

   De esta manera, la problemática se plantea desde el punto de vista de los afectados y no desde el de los causantes, fomentando la empatía en el lector. El relato, de narrador omnisciente, se articula a través de interrogantes, a modo de investigación, involucrando así al niño en las pesquisas y en el proceso de resolución de la cuestión abierta. Dicho de otro modo, se capta desde el principio el interés del pequeño lector, haciendo que sea su propia curiosidad el elemento vehicular hacia la concienciación. 

  En este búsqueda de la verdad en la que Lota se embarca para conocer quienes son los causantes de la suciedad que invade su casa, se van recorriendo diversos escenarios (un barco, un puerto, un mercado, un parque…) y se van conociendo distintos personajes  (el cangrejo Malacu, el cormorán, la niña Sumi…) que se van uniendo a Lota en su misión. 


  El viaje, tristemente esclarecedor, finaliza con un episodio de trabajo en equipo, esperanzador y ejemplificante, en el que se limpia la casa de Lota y en el que se pone de relieve la importancia de proteger el medio, poniendo soluciones como esa misma, pero, sobre todo, previniendo el problema. Es decir, evitando ensuciar tanto el planeta.


  
El texto, bien adaptado a la edad indicada, cuenta la historia de Lota alternando las escenas narradas con breves fragmentos descriptivos y las escenas contadas a través de sencillos diálogos. También hay un guiño a un querido personaje cinematográfico para los peques más cinéfilos.


 La propuesta plástica es, no obstante, lo más interesante de la obra. Cada ilustración está confeccionada a través de dibujos pintados a mano que luego han sido recortados y enganchados entre sí. Con esta divertida técnica el cuidado del medio ambiente y la apuesta por el reciclaje defendidos con palabras, adquieren una nueva dimensión, la visual. Pocas veces pueden ser las palabras tan bien suscritas por los elementos gráficos como en este caso. 

  Por otra parte, siempre tengo en cuenta al elegir un libro infantil otros factores como son la tipografía aplicada (cuerpo, fuente, color…), la disposición de los cuadros de texto dentro de la ilustración y su visibilidad, y las dimensiones del ejemplar (220 x 265 en este caso). La fuente, del tipo sans serif, el cuerpo (tamaño) del texto y el color, negro, me han parecido totalmente adecuadas para la iniciación a la lectura. De la disposición de los cuadros de texto, se aprecia que tanto ilustradoras como maquetador o maquetadora han trabajado en equipo, con un muy buen resultado. Y el tamaño del cuento es perfecto para que destaquen los dibujos a ojos de los más pequeños.

  En conclusión, una lectura perfecta para que los lectores más jóvenes se diviertan con Lota la cachalota mientras se conciencian de la protección del medio ambiente, tema, además, de plena actualidad ahora con la celebración en Madrid de la cumbre del clima 2019.  Un cuento más que recomendable.