La señal de Máxime Chattan

   “La furgoneta circulaba rápidamente en mitad de la noche, como una nave diminuta perdida en la inmensidad del cosmos. Envuelta en la oscuridad, flotaba en la nada guiada por los faros blancos y como propulsada por los resplandores rojos de las luces traseras. El vehículo Ford empezó a girar para seguir la carretera que rodeaba la montaña. Estaba solo en muchos kilómetros a la redonda“.

Reconozco que de un tiempo a esta parte me estoy aficionando a la colección negra de Alfaguara. Eso hace que ni mire las sinopsis para comprar sus títulos. Hoy traigo a mi estantería virtual, La señal.

Conocemos a Olivia y Tom,; ella es estrella televisiva y él escribe obras de teatro. Ella ha decidido dejar la televisión y él necesita de alejarse de un mundo que no le perdona su última obra. Y así es como esta familia termina en un idílico pueblo entre montañas llamado Mahingan Falls. Zoey, su hija pequeña, Chad, su hijo adolescente y Owen, un sobrino de la edad de Chad al que adoptaron tras fallecer sus padres, emprenden una nueva vida en este lugar. Sin embargo no tardan en notar que algo no va bien; viejas historias de sangre, una mujer que se lanza contra un coche, desapariciones… algo sucede en Mahingan Falls.

Estamos ante una novela con aspiraciones piscineras y extensión considerable que mezcla la intriga con el terror. De este modo, y mientras seguimos los pasos de la familia Spencer, recodamos las alcantarillas de It y también las caracterizaciones típicas de la policía de provincias. El autor no se complica en una novela que se lee sin apenas esfuerzo para el lector y que mezcla temores ancestrales con otros mucho más mundanos. Sin embargo, y tal vez por no haberme caídos simpáticos los protagonistas, he estado más cerca de reír que de temblar durante su lectura. Y es que ya vengo un poco de vuelta de pueblos idílicos que no lo son y cuchipandis preadolescentes cuyas hormonas les convierten casi en héroes. Ahora les pido un poco más a este tipo de novelas para decir que son buenas. Y en este caso no lo he encontrado, así que mi entusiasmo lector ha ido cayendo poco a poco al mismo ritmo al que avanzaba mi lectura.

No me malinterpretéis, la novela es perfecta como lectura de piscina, ya que, si bien es cierto que le falta fuerza, también lo es que uno sigue leyendo casi por inercia. Y conseguir escribir una novela con la que suceda algo así es todo menos fácil. Sobre todo si incluye vísceras y sangre, además de los consabidos gritos, llantos y momentos intranquilizadores que se le suponen y que nos llevan a un cierre con el que, si uno no es demasiado exigente, quedamos satisfechos.

La señal es una novela entretenida que recoge referencias de un buen puñado de best sellers y que leemos con la sensación de estar viendo Netflix. Perfecta para esa época del año en la que uno cierra el kiosco de pensar.

 

Por Entre montones de libros

1 comentario en «La señal de Máxime Chattan»

  1. Ja ja ja, a mi también me pasa, que cuando leo algunos libros, me da la sensación de que estoy leyendo netflix.
    Sin duda, muchos autores tienen la esperanza de que su libro se convierta en una serie de renombre en netflix.
    Sobre el libro, parece interesante, pero como muchas novelas de terror e intriga. Trama de una familia en un pueblo.

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