«Serás la suma de lo que hagas, de lo que no hagas y de lo que dejes que otros hagan».

Decidir es la historia de una extraordinaria petición: «Necesito matar a alguien. O, más bien, necesito que tú mates a alguien… Te lo pido a ti porque sé que tú puedes hacerlo. Tú puedes vivir con eso. Sé que no hay nada que te lo prohíba. Te conozco. Llevo tiempo mirándote». Decidir es la historia de un castigo diferido y de un remordimiento, y de cómo olvidamos lo que no nos gusta tener presente o retorcemos su recuerdo para no verlo. Sacha A.: un pasado público; una vida oculta. Confinado en una cama de hospital, las visitas se suceden. Algunos le piden favores. ¿Y qué pide él? ¿Le queda algo por hacer? Emil Z.: visitante asiduo; un apoyo para Sacha ahora. Años de trabajo para el Servicio de Inteligencia. ¿De qué preferiría no haberse ocupado? ¿Hay asuntos que no resolvió debidamente? «Dos hombres más de otro tiempo que de éste; de un tiempo en el que cada uno andaba menos vigilado y era más libre para elegir, y a veces escogía incluso lo complicado o lo incorrecto». Y, sobre todo, esta es la historia de cómo cada uno se enfrenta a la necesidad de decidir. Porque siempre se debe decidir.