Sacrificio de Román Piña

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Román Piña: delincuencia en nombre del humor

Por: José de María Romero Barea

En su novela más reciente, el poeta y narrador Román Piña Valls (Palma, 1966) desarrolla un género que ha sido considerado menor durante mucho tiempo y lo eleva a la categoría de literatura. En Sacrificio (Editorial Salto de Página, colección Púrpura, 2015), el autor mallorquín se mueve dentro de las tradiciones de la novela negra, pero añade su toque distintivo: “Muchos habían optado por ser fieles al cónyuge por pura supervivencia, de modo que las sospechas de cuernos, los celos y los detectives de la entrepierna estábamos replegados. El desempleo y las deudas habían puesto firme a más de un vivalavirgen” (p. 22).

Una rara poesía surge de la crisis de valores que la novela denuncia. Se alternan el ingenio y el comentario social. La ironía es cínica pero nunca mordaz. El detective Pablo Noguera, su protagonista, sigue un código no declarado pero firme de honor y carácter incorruptibles en un mundo moralmente ambiguo donde la conducta caballeresca no importa: “los peces más gordos de la charca política estaban ya entre rejas o a punto de darse de bruces contra ellas (…) Matas, el presidente de la comunidad que subvencionó el chiringuito de Undargarin, el yerno del Rey Juan Carlos, estaba pendiente de ingresar o ser indultado” (p. 23).

Piña sabe esbozar una escena con humor y la cantidad justa de detalles. Sus personajes cobran vida. Piña ha creado un protagonista convincente, con su propia marca de dureza distante y amargo romanticismo. Las tramas aparentemente dispares finalmente convergen, muertes distintas a la esperada tienen lugar, y Noguera se encuentra con algunas sorpresas indeseables. Todo esto suena a una típica novela de misterio. Lo que la diferencia son sus certeros comentarios acerca de la sociedad, el crimen y los criminales, la riqueza y el poder; la interacción entre personajes bien definidos; sus escenas fuertemente visuales; sus alusiones al orgullo, la honra, el abuso del poder oficial o privado; las mentiras que nos contamos. Uno de los personajes afirma: “Los límites que soñaba violar en mi infancia desaparecieron del horizonte. Si hiciera lo que me pide el cuerpo, me convertiría en un terrorista del arte, por ejemplo Me haría delincuente en nombre del humor” (p. 17).

En Sacrificio, el autor mallorquín logra trascender los límites y las convenciones del género mezclándolos con elementos de la novela existencial. La búsqueda del detective es ofrenda a una deidad inexistente. La solución al enigma es el enigma en sí. La expiación jamás tiene lugar: “Escribí un mensaje anónimo al autor de El deber de la amargura, elogiando su visión pesimista del mundo, declarándome afín a ella. Nos cruzamos durante una semana emails alimentando nuestro rechazo al universo. Resultó divertido el día en que competimos en tremendismo y buscamos lemas para un Apocalipsis: yo propuse “Enmienda a la totalidad” y el contraatacó con “El mundo está mal hecho” (p. 55).

El lector que se acerque a esta novela esperando un festival de golpes y disparos se sentirá decepcionado. Hay muertes, qué duda cabe, pero no en la forma y cantidad en que se encuentran en una novela policiaca. El tema principal es el destino y sus caprichos: un hombre que resulta ser un detective se ve abocado a una desaparición que resulta ser un crimen. Sacrificio es la historia de alguien que trata de hacer lo correcto desde una lealtad y convicción profundamente sentidas, alguien que es castigado y traicionado por sus esfuerzos.

Más que una obra de ficción (aunque es eso también), es un lamento en la oscuridad por la condición humana. La desaparición de Horacio y su búsqueda desembocan en una red de decadencia, corrupción y asesinato: “Me dejarán en una caja en el paseo del Borne, de madrugada. Coserán mis ojos y mis labios. Quieren hacer de mí un sobre sorpresa. Quieren provocar estupor por entregas: mis ojos descosidos luego estarán ciegos, mis oídos sordos, mi boca reabierta será muda, y mi corazón latirá, pero muerto (…) Si alguien salva este escrito, que lo muestre al mundo” (p. 106).

Sacrificio, como su título indica, es una novela elegiaca, un largo adiós a un mundo de policías, gánsteres y detectives. Los trabajos a los que se ve sometido Noguera son infructuosos. Hacia el final, sentimos la repugnancia con la que se mueve el protagonista, su desesperación profunda. Más allá de la dureza, más allá de la ironía, Noguera desemboca en el reino de la furia existencial. Lo que Piña parece decirnos  es que la sociedad en que vivimos está totalmente degradada y corrompida en los cimientos sobre los que se construyó. Y tiene razón.

 

 

 

Reseñado por José de María Romero Barea

Escrito por Román Piña

foto de Rom�n Pi�a

(Palma, 1966) ha publicado entre otras las novelas Gólgota (Premio Camilo José Cela Ciudad de Palma 2005), Stradivarius Rex y El general y la musa. Obtuvo en 2004 el premio Desnivel con Viaje por las ramas. Como poeta su último título es Los trofeos efímeros. Es cofundador de la revista literaria La Bolsa de Pipas que dirige desde 1995. Ha publicado el ensayo, escrito junto a Miguel Dalmau, La mala puta. Réquiem por la literatura española (2014).

Ficha técnica

Páginas 128 Precio 12.90€
Pablo Noguera recibe el encargo del señor y la señora Topp de investigar la desaparición de su hijo Horacio, celebridad mediática y gurú de la motivación y la autoayuda. La hipótesis de un secuestro se debilita a medida que pasa el tiempo y no llegan noticias de Horacio ni de ningún secuestrador. ¿Y si el joven se ha escapado, huyendo de su esclava rutina cotidiana? ¿Y si ha ocurrido algo peor? Ni en España ni en Gran Bretaña —el chico es un inglés afincado en Mallorca— logran explicarse que Horacio haya podido huir en sus condiciones; pero tampoco que nadie haya sido capaz de hacerle daño. La vieja relación de Noguera con un pequeño editor le dará las claves para seguir el rastro de Horacio Topp desde las miserias del mundo del libro a las del mundo en general. A lo largo del relato se desvelará una novela distinta a la que arrancaba bajo un falso planteamiento de novela negra, y al final del viaje el lector descubrirá el diabólico diseño de la destrucción de un santo.