Música para feos de Lorenzo Silva

MusicaFeosMúsica para feos, de Lorenzo Silva (ed. Destino, 2015) es una intensa y emotiva novela de amor, una historia romántica con un misterio que envuelve sus páginas y que tiene a la música como eje central de una trama que se desarrolla en un escenario de actualidad que la protagonista y el lector tendrán que descubrir a lo largo de la trama.Mónica es la protagonista y narradora de la novela, una periodista a punto de cumplir los treinta que, al comienzo de la narración, describe de forma reveladora su pésima situación: “no pasaba por mi mejor momento, en ningún sentido: ni en lo laboral, ni en lo personal, ni en la correspondencia de mi mente y mi cuerpo con lo que prefería que una y otro fueran. Es curioso lo poco que gobernamos nuestra existencia. Porque esa noche, en vez de estrellarme, encontré lo único hermoso y limpio que de veras he tenido”. Dejándose llevar por una amiga alocada se encontrará de madrugada en un local nocturno a Ramón, el otro protagonista de la novela, un cuarentón que mantendrá en secreto su profesión, algo que despertará la curiosidad de Mónica. Comenzará así una peculiar relación entre dos personas que no han tenido mucha suerte en la vida y a las que no les quedan demasiadas esperanzas. A pesar de todo, descubrirán que “la música está de su parte”, aunque el destino parece tener otros planes…Música para feos es una novela breve y sencilla en su desarrollo, pero profunda en el perfil de sus personajes y en el devenir de sus vidas y de su relación. Una historia de amor y redención, con un misterio que envuelve la figura de Ramón, que no voy a desvelar, tal y como sugiere el mismo autor en este revelador apunte sobre la novela:“Esta vez creo que debo remitirme a la última frase de los editores: una historia de amor, de eso se trata, ante todo. Puedo añadir que esa historia tiene un trasfondo complejo, que atañe al personaje masculino, y también a ciertos acontecimientos que vienen condicionando, a escala planetaria, lo que ocurre en lo que llevamos de siglo. No voy a dar aquí más datos por si hay lectores que quieren leer la novela participando de la curiosidad de la protagonista, Mónica, por ese misterio que envuelve la vida y el oficio del hombre del que se enamora, Ramón. Sólo diré que invertí unos cuantos años y recorrí unos pocos kilómetros, algo así como 15.000, para obtener la información que me permitiera conocer y contar adecuadamente ese trasfondo. Diré, también, que en este libro es esencial la voz de la mujer, que es quien narra la historia, y que en cierto modo, la dedicatoria lo hace expreso, es un homenaje a las mujeres de mi familia, de quienes tanto aprendí”.
Reseñado por Miguel Ángel Gómez Juárez

Entrevista:

En su última novela, Música para Feos, Lorenzo Silva se lanza a contarnos una actual historia de amor entremezclada con la dureza de la guerra y la dulzura de la música. El Placer de la Lectura ha estado con él y esto es lo que nos ha contado:

¿Qué te impulsa a escribir esta novela?

Me apetecía hacer una historia de amor. Es importante equilibrar entre lo melodramático, lo cursi y lo erótico. Tenía decidido que quería que ella fuera la narradora y que él fuera una persona con experiencia en situaciones limites. No es fácil encontrar a un hombre así en nuestra sociedad. Decidí que fuera un combatiente. Hace 14 años que hay españoles en guerras y yo tenía posibilidades de ir por ahí. He tardado cuatro años en recopilar la información para crear el personaje de él. Había hecho un libro sobre la guerra de Irak y había hablado con mucha gente. Pensé “Yo no puedo escribir esto sin estar en Afganistán”. Así que decidí que tenía que ir. Por temas de agenda, no pude hasta el año pasado.

El viaje, ¿era lo que esperabas?

Ha sido de lo más intenso. He estado en los cinco continentes, pero esto ha sido fuera de lo normal. Me pasé mucho tiempo en la base con blindados, cascos, ventanillas con verjas… He visto un país de dureza extrema. Estuve en julio, en lo que se conocen como 40 días de polvo o 40 días de viento, en los que estás permanentemente a 40ºC y respirando polvo.

Hablé con una enfermera intérprete del hospital del Afganistán y te cuentan historias terribles: aquello es el ser humano en toda su dureza. Tú vienes de un planeta y allí aterrizas en otro. Dentro de la base, hay cierta comodidad: cuentas con Internet, Skype… y sales y es la Edad Media. Allí venden a las niñas con 11 años, aparecen muertos niños que han sido prostituidos… Allí, la vida humana vale poquísimo.

Tú allí, tu gente aquí… y aquí les llega una parte de lo que sucede. En aquella base, hay quinientas personas: eso son quinientas familias aquí pendientes de aquellos. Me llamó la atención que hay muchas mujeres (en la base). Conocí una chica de veintitrés años con un niñito de dos años y están allí cuatro meses sin ver a su bebé, lo ve por Skype. Aquel lugar nos preocupa cuando hay un atentado, pero aparte hay muchísimas historias allí poco contadas. Quería contar la historia en primera persona de alguien que había estado allí, que tenía que dejar aquí a las personas que quiere… Me interesaba contar esas historias, que no son historias bélicas, pero que a la vez cuentan mucho de la guerra.
En el libro, no emites opinión sobre la guerra…

Ella (la protagonista) tiene prejuicios, cuenta que está en la manifestación de “No a la guerra”, y mientras tanto, él estaba en la guerra pegando tiros. Ella sí tiene opinión en el libro, mi voz no existe, es ella. En cambio, ellos (los soldados) tienen un código moral. No puedes ir allí a jugártela y a matar a otros. Si no sientes que hay una legitimidad en ello, no lo harías. Ahora mismo, el ejército español lo tiene. Este obedece a lo que el gobierno elegido por el pueblo ordena. Nosotros ponemos y quitamos los gobiernos, que son los que envían o retiran las tropas.

La manera de contarlo es como si fuera el diario de ella. Recuerda mucho a una película y la música además te ambienta

Hablando de películas, de mis novelas, sé cuales se podrían adaptar a cine. Algún proyecto ha habido y no ha salido. Las que yo pienso no salen, y las que no creo, están. Sobre una de mis novelas, he leído 7 guiones distintos para serie y para película, y ninguno ha fructificado… aunque he cobrado los siete (bromea). Volviendo a la pregunta, en el libro debía haber música. Aún así, no podía meter cualquiera, ni en cualquier momento. No es lo mismo Brunner que Amy Winehouse. Prefería que fueran canciones populares, compartidas por muchos. Puede ser territorio de encuentro de muchas personas. Ella y él descubren músicas que no conocían antes.

¿Te costó mucho crear el personaje de él? Él habla muy poco… ¿cómo consigues que poco a poco vaya abriéndose?

Yo sabía quién era él desde el principio, en todas sus variables. Cuando ella se le acerca en la discoteca, él está a 10 días de irse a Afganistán, otra vez al fregado. Yo allí salí de la base en un convoy, previo consentimiento firmado de que salía bajo mi responsabilidad, y que haría frente a amputaciones o muerte incluso. Hay quienes llegan a la base y no salen. Este hombre (el protagonista) ya tiene una edad, un divorcio a las espaldas, relaciones destartaladas, un hijo que no le habla… Lleva toda esa mochila. Se va desvelando como puede. Ella, en cambio, va mas suelta, es más audaz.

Madrid es otro personaje de la novela. Me gusta cómo llevas al lector de paseo.

Madrid es mi ciudad y hace siete años que paso poco tiempo aquí. Un tercio del año estoy fuera, y otro tercio del año lo paso en Barcelona. Es algo que recomiendo a todo el mundo, el alejarse un tiempo de tu ciudad. Cuando regresas, te vuelves a enamorar. Después de llegar ayer de Barcelona, subiendo la calle Alcalá, me gustó esa luz. He escrito la novela completa desde Llobregat, con el Madrid que quedaba en mi memoria.

La novela es muy actual: acaba en el presente, en abril de 2015 y habla sobre la crisis en nuestra sociedad.

Sí, la novela acaba en ahora. Habla de la crisis que ha pasado la gente, pero hablo de la que gente que sí ha podido seguir adelante. Normalmente, se habla de los que lo han perdido todo o han salido ganando, pero de los que han sobrevivido no se habla.

Por otro lado, creo que la palabra que define nuestra sociedad es pauperación. En la empresa en la que empecé a trabajar hace veintiséis años, o pagabas un buen sueldo o no tenías gente buena; hoy día, en esa misma empresa, los titulados que entran, que son de primera fila, ganan 600€ netos. Ahora pagas una miseria y tienes a quién quieras, gente titulada y con formación. Es terrible… Ese millón largo de personas que no tiene la ESO, no tienen capacidad de desarrollo, no tienen un proyecto vital atractivo, son personas realmente limitadas. A no ser que tengas una capacidad especial, esto limita mucho tu vuelo.

Incluyes también un comentario sobre la cultura televisiva, a raíz del trabajo de ella. Estamos viviendo esta eclosion de las tertulias, personajes vacuos…

Yo lo llamo el ruido, y ha rebasado el límite para llegar a ser feo. Creo que es una luz roja, que avisa la degradación de la cultura que hay en nuestro país. Hemos conseguido una generación ni-ni, ni cerebro ni corazón… y eso que todos lo traen de serie… algo no hemos sabido hacer bien

Recientemente se ha estrenado la película “El Francotirador”, ¿te ha afectado?

No. Ya tenía todo escrito. Yo buscaba personajes con una vida al límite y esos son los tiradores. Como quería ese perfil, me pasé cinco años buscando francotiradores, pero no querían hablar conmigo, sólo tenía algunos testimonios. La búsqueda de información no había sido productiva, así que pensaba dejar algunas partes del libro vaporosas. Al salir la película, me pidieron un reportaje sobre francotiradores. Comenté que llevaba tiempo buscando y no lo había encontrado. Casualmente, se me apareció una oportunidad: dos días en un Campo con seis tiradores. Acudí, pero no querían hablar conmigo. Me fui ganando la confianza y a los días de contacto, pudieron contarme cositas y eso fue la guinda del pastel: esas partes vaporosas quedaron claras. Allí vi el carácter de la gente. Ellos están sólos y tienen que tomar sus propias decisiones: si hay alguien atacando, si es una amenaza… y actuar de inmediato. Un dato curioso: nadie me dijo cuántas bajas habían hecho, aunque todos lo saben.

Reseñado por Érika Rodríguez

 

Escrito por Lorenzo Silva

Sin título

 

Lorenzo Manuel Silva Amador nació en el barrio madrileño de Carabanchel, estudió Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y ejerció como abogado de empresa desde el año 1992 hasta el 2002. Ha escrito numerosos relatos, artículos y ensayos literarios, así como varias novelas, que le han valido reconocimiento internacional. Una de ellas, El Alquimista Impaciente, obtuvo el Premio Nadal del año 2000. Esta es la segunda en la que aparecen los que quizá sean sus personajes más conocidos: la pareja de la Guardia Civil formada por el brigada Bevilacqua y la sargento (en la última novela) Virginia Chamorro. Otra de sus obras, La flaqueza del bolchevique, fue finalista del Premio Nadal 1997 y ha sido adaptada al cine por el director Manuel Martín Cuenca. Ganador del Premio Planeta 2012 con la novela La marca del meridiano. Además de sus novelas policíacas, Silva tiene numerosos libros de no ficción, así como obras destinadas a jóvenes.

Ficha técnica

  • Fecha de publicación: 09/04/2015
  • 224 páginas