La costurera de Dacca, de Jaume Sanllorente (ed. Espasa, 2014) es una estremecedora denuncia de las condiciones de vida en uno de los países más pobres del mundo, Bangladesh. Partiendo de la experiencia de una empleada en una industria de confección descubriremos cómo las mujeres de este país “están sometidas a los designios de las grandes corporaciones textiles internacionales”.

Antes de entrar en el contenido del libro es necesario detenernos en la biografía de su autor, Jaume Sanllorente, licenciado en periodismo por la Universidad Ramon Llull de Barcelona.

Después de trabajar para distintos medios de comunicación en Barcelona, hizo un viaje de turismo a la India en el que quedó impactado por la vulneración de los derechos humanos en las calles de Bombay. Decidió fijar su residencia en esa ciudad para crear la ONG Sonrisas de Bombay, organización que ha proporcionado apoyo a más de cinco mil personas de las zonas de chabolas más deprimidas de esta megápolis a través de proyectos de educación, salud y desarrollo soioeconómico. También es presidente del comité asesor de la ONG contra la lepra www-jal.ong.org e imparte clases de desarrollo personal y liderazgo en la Universidad de Barcelona.

Es autor de Sonrisas de Bombay. El viaje que cambió mi destino, La canción de la concubina y El poder de las sonrisas. En el año 2009 el gobierno español le concedió la Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil por su “aportación extraordinaria en la lucha contra la pobreza”.

Creo que conocer estos detalles sobre la vida de Jaume Sanllorente nos ayuda a comprender el contenido de un libro escrito por alguien comprometido hasta la médula en la lucha contra la explotación y la opresión de los más débiles. El autor tomo como punto de partida un terrible suceso ocurrido el 24 de abril de 2013 en las afueras de Dacca, el derrumbe del edificio Rana Plaza, donde se confeccionaba ropa para grandes marcas internacionales como Primark y Mango.

La catástrofe se saldó con más de 1.000 muertos y casi 2.500 heridos y abrió un debate en todo el mundo sobre la explotación laboral en Bangladesh y los intereses económicos de la industria textil. Jaume Sanllorente viajó hasta Dacca pocos meses después de la tragedia, dispuesto a conocer de primera mano las condiciones en las que viven las trabajadoras de las fábricas donde se cose la ropa que vestimos en Occidente.

El resultado es este libro, que sacude conciencias, que nos hace plantearnos un problema que, aunque sucede al otro lado del mundo, nos afecta de forma directa. Somos responsables de una indignante injustica y en nuestras manos está la solución. El relato de Sanllorente está escrito desde un corazón que el autor abre de par en par permitiendo que le acompañemos en la recopilación de testimonios de primera mano que nos estremecerá, desvelando los múltiples puntos oscuros que se esconden detrás del sector de la confección.

La costurera de Dacca es una búsqueda de respuestas a las preguntas de qué está sucediendo y cómo podemos solucionarlo. Encontrarlas nos es fácil, el problema es complejo, con múltiples matices que el autor sabe plasmar con objetividad en esta obra valiente, dura, directa, ante la que el lector no permanecerá indiferente. La parte final del libro, con propuesta prácticas y sencillas de llevar a cabo, supone el acertado colofón a una obra que nos invita a movilizarnos y tomar una actitud activa para que cada uno aportemos nuestra grano de arena en una solución que es colectiva.