1978 El año en el que España cambió de piel de Vicente Torres y Rafael Mari

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Encabezan este libro Vicente Torres y Rafa Marí, veteranos periodistas valencianos, profesionales de los de toda la vida, anunciando en la introducción el motivo por el que han elegido 1978. Es el año de la aprobación de la Constitución Española, la cual está siendo puesta en entredicho actualmente tanto por grupos políticos como por personas individuales, por lo que ambos consideran que es un buen motivo para reflexionar; con este libro, estructurado como una conversación entre ambos, incluyendo una amplia aportación (27) de voces ajenas, conocidos personajes que entran y salen en la tertulia de este café imaginario poniendo su granito de arena, a veces más personal y anecdótico, a veces más político, y, como Ángeles López Artiga alude en el prólogo, “dejándonos entrever o vislumbrar, en este laudable trabajo, la experiencia de la organización meditada, la yuxtaposición de intereses intelectuales y la cabal intención de sacar a luz las afecciones sociales y aún personales, originadas por un importante suceso de la historia más reciente de España.” Los tertulianos entrelazan análisis razonados, opiniones, recuerdos personales y anécdotas, en un clima distendido, de café, donde se le da un repaso a la España de ayer y de hoy sentados ante humeantes tazas, disfrutando de la compañía y la charla. Pero con la loable intención, no solo de pasar el rato, sino de desenredar esa madeja tan complicada que es  la política y la convivencia social de un país, y aportar posibles vías de solución de los problemas que nos aquejan.

Tras el prólogo, encontramos un texto titulado La Transición, desde el exilio, en el que dos periodistas, Lucas Soler y Francisco Javier Guardiola  nos cuentan su particular experiencia en el exilio y la mirada, lejana y esperanzada, que sobre los sucesos de España se dirigía desde el otro lado del océano.  Siguen doce capítulos en los que se tratan diversos temas que pueden ser representativos de cómo se encontraba España en ese año y en qué situación legal y política tiene lugar la aprobación de la Constitución, con la que verdaderamente se inicia un proceso que a todos ilusionaba y en el que tenían grandes esperanzas. Podríamos agrupar los temas, al margen del orden que siguen en el libro, en sociales (religiosidad, homosexualidad, adulterio y amancebamiento, lenguaje sexista) artísticos y culturales (periodismo, galerías de arte y Museos, Dalí/ Picasso, influencia del mayo francés) y claramente políticos (las autonomías, el nacionalismo, los pactos de la Moncloa y la Constitución).

Entrando en temas sociales, en la relación de la Iglesia Católica con el Estado para ambos autores se deberían eliminar privilegios aunque sin embargo, valoran el papel positivo de determinadas instituciones eclesiales como Cáritas, etc. Además de ellos, dan su opinión el escultor valenciano Miquel Navarro  y el periodista Santiago González. Este último analiza con lucidez y detalle los conflictos habidos sobre todo con el caso Añoveros.
Largo y tendido se explayan sobre el tema homosexual: tanto Rafa Marí como Vicente Torres coinciden en su desaprobación a la discriminación sexual homófoba. Intervienen en este apartado, como nuevos invitados a la tertulia, el poeta y escritor Luis Antonio de Villena, y la política socialista valenciana Ana Noguera. En cuanto a la despenalización del adulterio y el amancebamiento, delitos que ahora suenan rancios y apolillados, pero olvidamos que fue en ese año cuando se  despenalizaron. Vicente Torres afirma que “muchos hombres se sintieron desprotegidos al desaparecer esas leyes. Psicológicamente, no estaban preparados para entender que sus mujeres no estaban supeditadas a ellos y tenían que tratarlas de igual a igual.”, idea que recoge Marí para relacionarla con la violencia doméstica (que define como “terrorismo machista”). Opinan también la escritora gallega Marina Mayoral y la escritora y periodista asturiana Nuria Varela, recordándonos que en este año, 1978, se consiguió la despenalización de los anticonceptivos y también fueron legalizadas las organizaciones feministas y por fin fue suprimido el Servicio Social de las mujeres.

El lenguaje como medio discriminador es un tema muy ligado a los anteriores. Según Torres, “más que tratar de cambiar las cosas manipulando el lenguaje, sin tener conocimientos de lingüística, creo que lo que se debería hacer es educar a los niños en la igualdad.” Parecen todos estar de acuerdo en que antes que modificar el lenguaje –como afirma la filóloga Rosa Navarro -, lo que hay que modificar son los conceptos y las costumbres.  Coincide con ella la economista y escritora Marian Torrejón, que recuerda el lenguaje es un sistema vivo, y “pretender acabar con determinados términos a golpe de decreto me parece ingenuo”.

Los dos capítulos dedicados al arte  en 1978 destaca que al final de los setenta hubo una gran expansión del los movimientos artísticos. La galerista Amparo Zaragozá, realiza una intervención altamente interesante, relatando las múltiples actividades artísticas y el papel de las Galerías y los marchantes. La artista Ouka Lele deja su impresión de aquellos años en los que comenzaba su carrera artística, unida a la movida madrileña.  Dalí y Picasso son confrontados, y en este punto, cada uno de los dos autores se inclina hacia uno u otro artista, explayándose en sus modos pictóricos y visión del mundo. Opinan también el pintor Enrique Senís Oliver y el periodista José Ricardo Seguí.

No podía faltar un capítulo dedicado al periodismo, puesto que los dos autores del libro lo son. Y ambos destacan la gran expansión informativa  en un país donde la prensa había estado amordazada durante tantos años; analiza Rafa Marí la relación de periodistas y políticos, y Torres destaca que a la vez que se estrena la libertad de expresión, aun persiste una cierta autocensura, un rescoldo del miedo a la libertad incipiente. Colaboran con sus opiniones las periodistas Mar Monsoriu y Mª José Grimaldo, comparando los medios de 1978 con los actuales con la eclosión de Internet.

Reflexionando sobre las autonomías, todos ponen en cuestión cómo se concibieron y como se han aplicado, generando corrupción y desintegración. Colaboran en este apartado un texto citado del periodista Andreu Jaume; una larga intervención de Rosa Díez, líder de UPyD, y un breve texto autobiográfico de la historiadora Encarna Jiménez. Según Marí, (y Torres coincide en esencia): “el federalismo no arreglaría nada sustancial y desde luego no contentaría —qué va— a los independentistas catalanes y vascos.”

Analizando el Mayo francés, cuyo décimo aniversario se produce en 1978, todos coinciden en afirmar que en el 68, apenas tuvimos noticia los que vivíamos en España, puesto que la información estaba férreamente controlada y censurada. “Lo más parecido a Mayo del 68 han sido las manifestaciones del 15-M a partir del año 2011”, afirma Rafa Marí. El escritor y periodista Fernando Iwasaki reconoce que no le causó ningún impacto, es de una generación posterior; la filósofa Rosa María Rodríguez Magda recuerda el romanticismo en los setenta, y la posterior desilusión ante los ideales frustrados.
En cuanto a los nacionalismos, Torres defiende que el trato privilegiado a los nacionalistas vascos, principalmente PNV, vino a legitimar de algún modo a la ETA. “Los partidos nacionalistas –dice Torres- fueron desleales con los españoles desde el mismo inicio de la democracia.” Rafa  Marí recuerda el monólogo de Shylock para reclamar lo que nos unifica no solo a los españoles en general, sino a los humanos. Intervienen Maite Pagazaurtundúa y Maria Teresa Giménez Barbat, que tienen mucho que decir. La relación de la amnistía con el renacimiento de ETA,  defendida por una parte de la intelectualidad, son fenómenos fraguados en esas fechas. Y de aquellos polvos, estos lodos…

Los Pactos de la Moncloa ocupan otra conversación. “Gracias a los pactos de la Moncloa, -dice Marí- en los ochenta se produjo un crecimiento espectacular, con algún que otro espejismo que nos encandiló en demasía a casi todos”. Torres recuerda que entonces “había horizontes, estaba en camino la democracia y se presumía la apertura de muchas puertas”…pero no contábamos con el sectarismo endémico de este país, el eterno guerracivilismo que parecía haberse superado en la Transición, pero los años nos han devuelto a la realidad. Intervienen la escritora y periodista Marta Querol: “lo fundamental de aquel pacto fue consensuar la medidas y, al estar respaldadas por todos, no usarlas como arma arrojadiza engañando a la gente con falsas alternativas.” La economista y política Cristina Moreno hace un detallado análisis de los Pactos, concluyendo que el primer gobierno democrático consiguió con los Pactos tanto sus objetivos económicos como políticos.

Finalmente, se cierra el libro con la aprobación de la Constitución, y junto al relato de los detalles, ambos autores reflexionan sobre qué se hizo mal o que se demostró a lo largo de los años que no resultó una medida adecuada. El sistema autonómico y la relación con los nacionalismos es una de las medidas que más ha hecho aguas, según ambos. Rafa Marí: “Para no meterse en agrias disputas o quizá por complejos histórico-culturales, gobiernos centrales y «españolistas demócratas» les han cedido (a los independentistas periféricos) el monopolio de la razón. Esa táctica dilatoria se ha revelado como un error monumental.” Torres resalta otro: el miedo tanto de UCD como del PSOE, que otorgaron todo el poder al Ejecutivo; y el tema de las competencias autonómicas, la persona del Rey, el tema de las lenguas oficiales, la regulación no solo de la Iglesia Católica sino de las demás confesiones, son asuntos a replantearse. Las juristas Julia Sevilla y Laura Cano Zamorano hacen un exhaustivo análisis del proceso que llevó a la aprobación final de la Constitución. Concuerdan todos en que “El actual Estado de las Autonomías –en palabras de Laura Cano- ha quebrado ese principio esencial de nuestra Constitución (la igualdad de derechos y obligaciones) y es, por sí mismo, el mayor obstáculo a esa pretendida igualdad, habiendo quedado España como un verdadero reino de taifas”.

En suma, un libro que puede hacer reflexionar a muchos, recordar a otros, e informar, a aquellos que crecieron después, de la reciente historia española en su hito principal: la Constitución.

 

 

Reseñado por Ariodante

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Escrito por Vicente Torres y Rafael Mari

Ficha técnica

Araña Editorial

Precio: 15€ Páginas: 192

En 1978 España era un hervidero. El periodo dictatorial había acabado yse abrían tiempos nuevos en los que por fin los españoles, o la mayor parte de ellos, podrían alcanzar el sueño, largamente acariciado, de vivir en democracia. La situación presente en aquel entonces no era fácil. Había mucho paro, la situación económica era crítica, aunque comenzaba a remontar, y las tensiones políticas eran graves e inquietantes; pero frente a todo eso estaba la ilusión general, las ansias de vivir y la seguridad de que con el nuevo sistema político, que se estaba empezando a construir, todo iba ir a mejor. Los primeros años, tras ser aprobada la Constitución, parecían indicar que así iba a ser. Pero lo que ha acabado por producirse en una catástrofe de considerables dimensiones. La situación aconseja que revisemos el pasado reciente en busca de aquellas cosas que podamos haber hecho mal.