La Invención de Hugo Cabret (SM, 2007), escrita e ilustrada por el autor estadounidense Brian Selznick, es una obra asombrosa y sorprendente tanto por su maravillosa historia cómo por su originalidad. La novela destaca por su formato, pues nos encontramos con un libro cuyo texto e ilustraciones se complementan entre sí. La genial idea del autor consiste en mezclar escenas narradas con palabras con bocetos a lápiz creados por el mismo autor.
Nos ambientamos en una estación de tren parisina, a principios del siglo XX, allí es donde encontramos a Hugo Cabret, un niño de apenas 12 años que se ha quedado huérfano a causa del fallecimiento de su padre. Ahora él vive en la pobreza dentro de la estación, dónde se encarga de arreglar y cuidar los diferentes relojes de la zona. Además, a causa de su penuria, se ve obligado a convertirse en un pequeño ladrón para poder subsistir en la estación ferroviaria.
Sin embargo, la vida de Hugo da un vuelco el día que conoce Isabelle, una chica de su misma edad que resulta ser la ahijada del misterioso juguetero de la estación. Pronto, Hugo e Isabelle estrecharán lazos de amistad con los que desentrañarán antiguos secretos guardados bajo llave y estarán relacionados con el mundo del cine.
La imagen y la palabra se complementan perfectamente. Las narraciones nos permiten conocer al personaje y sus sentimientos y, por otro lado, las ilustraciones
nos muestran sus expresiones y emociones. Respecto a los personajes, son todos muy reales y bien construidos, sobre todo el dúo protagonista.
El ambiente y el entorno también están muy trabajados. El cine es uno de los elementos clave de la obra, en donde aparecen constantes referencias a la historia del cine, así como aparecen algunos nombres de los más grandes cineastas, como es el caso de George Méliès o los hermanos Lumière.
También cabe decir que esta conmovedora historia fue adaptada a la gran pantalla en el 2012 por el conocido director Martín Scorsese, cuya cinta obtuvo once nominaciones a los premio Óscar, entre ellos el de mejor película.
Por último, cabe destacar que se trata de una novela juvenil que nos cuenta una enternecedora historia acompañada con casi 300 páginas de ilustraciones originales del autor. La memorable historia del chico huérfano, ladrón y relojero, es una lectura muy llevadera y agradable para el lector. Una novela brillante que no dejará indiferente a nadie.