Todo lo que era sólido de Antonio Muñoz Molina

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Resulta gratificante que alguien se decida a  relatar nuestro vergonzante pasado colectivo de forma cohesionada, siquiera para constatar que no estamos solos en los raptos de desconsuelo y frustración que nos viene deparando esta España nuestra que algunos soñábamos mejor. ¿Melancolía de muchos, consuelo de tontos? Depende. La melancolía improductiva de los pusilánimes siempre resulta inútil, irritante casi, pero la melancolía emprendedora como la que alienta en este imprescindible ensayo de Antonio Muñoz Molina es la llave de arranque para un futuro más prometedor.

Para reconducirnos es preciso echar la vista ago con espíritu crítico –ese espíritu en vías de extinción que le ha cedido el terreno al buenismo, a la adulación y a los trasuntos de corrales de vecinos que son ciertas tertulias televisivas. Nada que ver estas últimas con la reivindicación racional de intelectuales honestos, de los de enjundia, como es el caso, no de esos ingrávidos títeres autoinvestidos como tales y que vocean o enmudecen según sople el siroco de las subvenciones.

Muñoz Molina da un repaso valiente y sin concesiones a la historia de España de los últimos treinta años. Por su libro desfila lo más granado de nuestra pervertida democracia: la banca especuladora, el fetichismo paleto de los nacionalismos, la irresponsable gestión de los recursos de todos en beneficio de unos cuantos plutócratas, la carrera política como una especie de balneario a perpetuidad generador de una hipertrofiada administración que funciona como una agencia de colocaciones donde lo de menos son las premisas de mérito y capacidad; la exaltación de la juerga y la holganza por parte de los estamentos gubernamentales que nos ha granjeado la fama que nos precede, la devaluación del esfuerzo, la bacanal grosera y la barbarie contra los animales investidas de legítimo folclore, la adulteración de la educación en las aulas y en las calles, la cobarde, acomplejada y nociva omisión del deber de disciplinar a nuestros jóvenes, la intromisión de la religión en los ámbitos públicos, la desaforada cultura del pelotazo, el sumidero de gasto de las comunidades autónomas y un largo y descorazonador etcétera de despropósitos reprochables desde cualquier posicionamiento ideológico.

Todo lo que era sólido es la reflexión, consistente y legítima, la voz de alerta, de quien combatió el oscurantismo de la dictadura, de quien asistió esperanzado a los albores de la democracia para ver cómo sus ideales encallaban años después en un caciquismo retrógrado mucho peor que el franquista por incorporar el gravamen añadido de la impostura. Y en ese espejo atrofiado en que se mira Muñoz Molina debemos miramos todos para enderezar el rumbo. Una lectura asequible a todos, amena y entreverada de perspicaz sentido del humor (destaco el capítulo del constructor paellero). Ay, sin en lugar de dejarnos anestesiar por los chamanes de la tele leyésemos de vez en cuando ensayos como éste, otro gallo cantaría.

Reseñado por LALE GONZÁLEZ-COTTA

Escrito por Antonio Muñoz Molina

Cursó estudios de periodismo en Madrid y se licenció en historia del arte en la Universidad de Granada. Ha reunido sus artículos, reconocidos en 2003 con los premios González-Ruano de Periodismo y Mariano de Cavia, en volúmenes como El Robinson urbano (1984; Seix Barral, 1993 y 2003). Su obra narrativa comprende Beatus Ille (Seix Barral, 1986 y 1999), El invierno en Lisboa (Seix Barral, 1987 y 1999), que recibió el Premio de la Crítica y el Premio Nacional de Literatura, ambos en 1988, Beltenebros (Seix Barral, 1989 y 1999), El jinete polaco (1991; Seix Barral, 2002), que ganó el Premio Planeta en 1991 y nuevamente el Premio Nacional de Literatura en 1992, Los misterios de Madrid (Seix Barral, 1992 y 1999), El dueño del secreto (1994), Nada del otro mundo (1994), Ardor guerrero (1995), Plenilunio (1997), Carlota Fainberg (2000), En ausencia de Blanca (2001), Ventanas de Manhattan (Seix Barral, 2004), El viento de la Luna (Seix Barral, 2006) y Sefarad (2001; Seix Barral, 2009). Desde 1995 es miembro de la Real Academia Española. Vive en Madrid y Nueva York y está casado con la escritora Elvira Lindo.

Ficha técnica

Páginas: 256 PVP:18,50€

Un ensayo directo y apasionado, una refl exión narrativa y testimonial, al más puro estilo de los ensayos de George Orwell o de Virginia Woolf. Una propuesta de acción concreta y entusiasta para avanzar desde el actual deterioro económico, político y social hacia la realidad que queremos construir. Partiendo tanto de docume ntos periodísticos como de la tradición literaria, Antonio Muñoz Molina escribe esgrimiendo razón y respeto, sin eludir verdades por amargas que estas sean, porque saber es el único camino para cambiar las cosas. «Hace falta una serena rebelión cívica. Hay cosas inaplazables ». Una invitación a un debate imprescindible.

8 comentarios en «Todo lo que era sólido de Antonio Muñoz Molina»

  1. Después de leer el contenido de este maravilloso libro “TODO LO QUE ERA SÓLIDO”, que, a decir verdad me ha dejado gratamente sorprendido, me doy cuenta de lo que significa la denominación de “burbuja inmobiliaria”..”España es el país en donde uno puede hacerse rico mas rápidamente”..y otras frases que no incluyo para no caer en el plagio.
    La lectura de dicho libro es tan amena y denuncia, sin miramientos, los disparates, las fechorías de los políticos, lo caraduras de los sinvergüenzas, los latrocinios de los políticos, no todos claro está, que obligan al lector a devorar sin pausa los relatos del libro hasta su final.
    Voy por la tercera lectura del mismo pues cuanto mas lo leo, mas me doy cuenta de que todos los españoles debían leerlo para que, igualmente todos, nos demos cuenta de que a la hora de votar hay que ser tremendamente escrupuloso, votando únicamente a aquellos que, al menos en sus listas, incluyan a personas con una cultura, con honestidad declarada y, naturalmente, libres de pecado.
    Permíteme Antonio que diga: ¡Felicidades! pues me has dado pié para comprender que tengo que hacer en las próximas elecciones.
    Reitero: ¡FELICIDADES”

  2. Pocas veces en mi ya larga vida he podido leer una visión tan real y acertada de nuestra querida España, y de las cusasa de su ruina. Cuando Todo era Sólido se debería estudiar en los colegios. Una obra de arte. Nadie como tú se merece el Príncipe de Asturias. Enhorabuena

  3. Pocas veces en mi ya larga vida he podido leer una visión tan real y acertada de nuestra querida España, y de las causas de su ruina. Cuando Todo era Sólido se debería estudiar en los colegios. Una obra de arte. Nadie como tú se merece el Príncipe de Asturias. Enhorabuena

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