100% Basque es una novela vasca, que sin ser novela al uso ni vasca al uso cumple la hipérbole de su título. Escrita desde Iparralde, el país vasco frances, es una muestra llena de ironía de lo que la vasquidad supone con todos sus vicios y con todas su virtudes.
Es de agradecer una novela que es capaz de reírse de sí misma, cuya protagonista parodia la loncha de queso que se come antes de acostarse después de volver de reuniones activistas con la identidad vasca, como si fuera posible adquirir ese plus de esencia nacionalista mediante actividades tan prosaicas como participar del oro blanco que supone el queso.
Los pastores, las ovejas, la leche sirven de tipo a las formas sociales vascas, semejan instituciones, jerarquías, idiosincrasias y personalidades que sazonadas de ideologías y dogmas salpican a todos los que como su personaje principal se han encantado o desencantado con la patria que es Euskadi.
Lejos de la convencionalidad de la novelística Itxaro Borda deja huérfano al lector, componiendo interesantes historias, anécdotas que en bruto organiza sin un sentido previo para que quien las lea vaya rellenando los huecos de su puzzle según le convenga. Encaja el pensamiento vasco entre el orgullo de raza de una minoría activista y la cerrazón de quienes quieren seguir con su concepto de vasco tradicional sin verle sentido a esa lucha que no se saben a dónde les lleva ni les interesa.
La ironía no rezuma empapa el texto. Referirse al euskera, lengua original del libro, diciendo que “si el euskera desaparece perderíamos un gran tesoro y que si patatín y que si patatán” resulta chocante. Parodiar a los defensores de la poesía vasca diciendo de uno de ellos que llevaba siempre consigo un tufo a cuadra y que asustaba a las señoras que asistían a eventos culturales en los que participaba, que cantaba a cambio de queso y que se dejó de morir de tristeza en la chabola del monte, mientras enseñaba francés a sus hijos para que se ganaran la vida sin enseñarles ni gota de esukera, ya me dirán ustedes qué es.
Por eso 100% Basque no es un manual adoctrinante, ni un ensayo, ni una novela, es un caleidoscopio de lo que la sociedad vasca era en 2001 cuando se escribió, un compendio de señales para entender desde la novela la vasquidad sin el horizonte que antes divisábamos. Quizás una obra obligada para saber hacia donde se dirige esa tercera Euskadi (si es que hubo tercera España) que se nos avecina en este siglo, con buen humor y sobre todo con buen queso. (Itxaro no lo dice pero el queso es el alimento que gusta a todos los animales y que no se da de forma natural, ¿Tendrá algo que ver ese concepto con lo vasco?)