“Los siete locos” es un libro extraño, vertebrado en lo filosófico por el existencialismo, en lo literario por un estilo libérrimo, propio de las vanguardias porteñas de principios de siglo, claramente expresionista, capaz de mezclar realidad, con fantasía, surrealismo, locura y extravagantes visiones políticas, todas ellas inquietantes y premonitorias. Todo conforma una historia increíble en la que constantemente se violan las leyes del sentido común y basada en una realidad deformada, que sirve precisamente para expresar temas candentes en la sociedad en que vivió Arlt.
Erdosain, un hombre abrumado por la deuda contraída cuando se descubre que robó dinero en su empresa y por su fracaso sentimental, acaba en una extravagante sociedad secreta que pretende subyugar a los hombres y cambiar el orden político. Erdosain formará parte de estos siete locos, personajes estrambóticos, asesinos, proxenetas, sin escrúpulos, filo fascistas, megalómanos… Son como las siete plagas, los siete pecados capitales, los siete sellos que desatan la ira de Dios en el apocalipsis. Y con apodos tan magníficos como el de “El Rufián Melancólico”, nombre que apunto en la lista de los mejores apodos literarios de todos los tiempos.
Con estos mimbres se compone una historia fantástica, atípica, hiperbólica y metafórica, que constituye un relato único y personal. Roberto Arlt fue un personaje curioso que cultivó varios géneros literarios, el periodismo y una faceta extravagante de inventor a la búsqueda de la patente que le sacase de pobre. Un auténtico “modernito” de principios del siglo XX. Dejó un puñado de novelas originales, un teatro en su mayor parte denso, viscoso, filosófico; un puñado de cuentos y sus célebres aguafuertes, compilaciones de artículos periodísticos. Modernito Books publica ahora esta novela dentro de su colección “Tráfico de Influencias”, dedicada a autores que resultaron fuente de inspiración para otros más conocidos. Los “influenciados” por Arlt que se citan en la edición son, ni más menos, César Aira, Pío Baroja, Ricardo Piglia, Julio Cortázar, Fiodor Dostoievski y Roberto Bolaño.
La edición de Modernito Books respeta el original con los giros y peculiaridades lingüísticas del español que se habla en Argentina, y con esa sazón de lunfardo, convenientemente traducido en las notas de la edición. Las ilustraciones de Mercé López potencian el toque kafkiano de la historia, más aún cuando todas están rodeadas de escarabajos e insectos, auténticos productos de la demencia de estos locos.
Pasado el desconcierto inicial, el lector asume lo errático de la historia y obtiene satisfacción en sus giros, pero sobre todo en diálogos increíbles, chispeantes, extravagantes y muchas veces profundos. Dentro del caos de la obra, se percibe un equilibro entre esa tendencia del existencialismo, con su capacidad deformante de la realidad, y pasajes enraizados con literatura de corte más psicológico.
Hay partes delirantes y sublimes a la vez como el discurso del Astrólogo razonando sus extravagantes planes, que se manifiestan como una mezcla entre el delirio homicida de los peores dictadores que estaban por venir y la megalomanía extravagante de la Bruja Avería. Pero si hay que destacar logros, uno de los más notables es el hacer palpable la angustia de Erdosain de manera constante. Corporeizarla y lograr que nos acompañe, como una nube gris sobre cada página durante todo el relato, es la concesión más evidente al realismo en una novela que rompe moldes, incluso casi cien años después de su publicación. Una buena noticia para cerrar esta crónica: los que queden atrapados por estos siete locos, Roberto Arlt escribió una continuación, «Los lanzallamas”.
“Los siete locos, fue, es y será para mí una obra emblemática de la literatura argentina. También premonitoria en muchos aspectos sociales, políticos y económicos que hacen que hoy sea absolutamente vigente y cuestionadora de nuestro presente y de nuestra historia. Sus personajes hablan de todas las vilezas, bajezas, falsedades, sueños, angustias, verdades apócrifas, de dioses falsos, de amores incapaces… y por fin de una revolución basada en una gran mentira que los entretenga y los haga tener ganas de vivir.
BibliografíaAdorno, T. y Horkheimer, M. (2001). Dialéctica de laIlustración. Madrid: Ed. Trotta.Arlt, R. (1997). Los sietelocos. Buenos Aires: Ed. Losada.Barbero, M. (1987). Crisis de lo nacional y emergencia de lopopular: la comunicación desde la cultura.Habermas, J. (1995). Teoría de la acción comunicativa.Buenos Aires: Ed. Taurus.Morin, E. (1995). Introducción al pensamiento complejo.Barcelona: Ed. Gedisa.
“Los siete locos, fue, es y será para mí una obra emblemática de la literatura argentina. También premonitoria en muchos aspectos sociales, políticos y económicos que hacen que hoy sea absolutamente vigente y cuestionadora de nuestro presente y de nuestra historia. Sus personajes hablan de todas las vilezas, bajezas, falsedades, sueños, angustias, verdades apócrifas, de dioses falsos, de amores incapaces… y por fin de una revolución basada en una gran mentira que los entretenga y los haga tener ganas de vivir.
No lo conocíamos, pero de momento nos habéis despertado la curiosidad.
Es verdad que Roberto Arlt fue una gran influencia para muchos otro novelistas posteriores, especialmente argentinos, pero incluir a Dostoievski es un error cronológico gravísimo, en todo caso Dostoievski fue una notable influencia PARA Roberto Arlt, no un influenciado. Por la sencilla razón de que Dostoievski murió 19 años antes de que naciera Roberto Arlt.
Christian, tienes toda la razón, está muy mal explicado la intencionalidad de esta colección denominada “Tráfico de Influencias”. Como bien apuntas, los nombres citados forman parte de un conglomerado de autores que sirvieron de inspiración y otros a los que influenció Arlt. Siento el error.
hola y chau
QUE HASES