Obra poética 1954-2004 Nórdica, Madrid, 2012
Es bien conocida la polémica habida cada año respecto al criterio que haya movido al jurado que otorga los premios Nobel de Literatura. Ha habido tantos agravios, por las razones que fueren, a tantos insignes escritores merecedores de tal honor, que esa distinción se ha convertido, con el tiempo, en un galardón sospechoso. Con el agravante de que, al parecer, en distintas ocasiones no han sido criterios literarios sino políticos los utilizados para elaborar una decisión final. Lo que ha llevado a ratificar un error, digámoslo, en sentido contrario, es decir, aquellos que por conveniencia política han recibido un premio que no hubiera obtenido de haber sido los criterios estéticos o literarios los esgrimidos. En fin, errar es ese atributo humano, y así se ejerce.
El comentario viene al caso para resaltar la obra de Tranströmer, un poeta afortunadamente vivo, cuya trayectoria literaria ha recibido elogios reiterados dada su calidad de lenguaje, el rico bagaje de su imaginación… A veces parece un juego ingenuo las figuras retóricas utilizadas para despertar en nosotros una emoción profunda. Alude a la Naturaleza para aludir al hombre, algo que ya está implícito en una forma tan antigua como el haiku, cuyo sustrato espiritual en la filosofía zen se ha destacado tantas veces. De hecho, el propio poeta ha utilizado esta forma literaria para expresarse poéticamente.
Es, pues, una suerte (y ésta es la cuestión) que, como lectores, tengamos tan próximo, y activamente vigente, la obra de este autor, redentora en lo que tiene de hacernos entender la realidad de una manera menos agria, lejos de la grosera materialidad de que se viene revistiendo lo que algunos quieren imponer como la única realidad. En ese sentido el poeta, por su alusión a la belleza, por su llamamiento a una forma de armonía, es liberador, constructivo, una guía y un llamamiento para la libertad.
Aquí, en esta edición, se recogen, en dos volúmenes magníficamente presentados, tal como es un marchamo distintivo de la editorial Nórdica, partes representativas de lo que se considera su obra poética, y baste la cita de alguno de los poemas para sentirnos más acordes a nuestro paisaje, más cerca de una didáctica de nuestras debilidades o, sencillamente, más cerca de ese espacio interior que también es realidad: “Tengo que salir al verdor que está lleno/ de recuerdos, y ellos me siguen con la mirada” O bien: “Así como la frágil mariposa se hace invisible en el suelo/ confluye el demonio con el diario abierto”
Lectura para sí; lectura para seguir viviendo.