“Mala índole” aglutina en un único volumen los cuentos publicados, y algunos inéditos de Javier Marías. Tal como anuncia el subtítulo de la obra, está dividida en dos partes: los cuentos aceptados, es decir ya publicados con el beneplácito de su autor; y los aceptables, aquellos de los que Marías se avergüenza un poco, pero no demasiado. Reconoce en la nota previa a esta edición que incluye estos últimos “para no ofrecer menos piezas que las que contenía la reedición de 2000 de “Mientras duermen”. Es cierto que tienen un interés menor que los de la primera parte, pero de ellos se extrae una conclusión que para mí es definitoria del estilo de Marías como narrador: su mayor virtud es su imaginación y la vocación de contador de historias sin demasiados alardes. Estos cuentos “aceptables”, la mayoría cuentos escritos en su juventud, denotan una preocupación formal y una tendencia por el experimento narrativo que preponderan sobre las historias, llegando incluso a anularlas. Sin embargo los cuentos aceptados, sin renunciar a un estilo propio que se presenta mucho más depurado, son relatos redondos, directos hacia los sentidos del espectador, de modo que hasta el menos predispuesto se ve abocado a sumirse en este universo de fantasmas, crímenes y sucesos, de ironías y realidades sorprendentes.
Estos cuentos aceptados siempre son interesantes desde perspectivas literarias, narrativas, sociológicas, fantástica… y se leen con la avidez que provoca la calidad aplicada a un género tan maravilloso como es el cuento.
Nos encontramos con muchos cuentos sobre fantasmas, una de sus figuras literarias predilectas, vistos más como la realidad observada desde el otro lado, que desde el punto de vista terrorífico o esotérico. Los fantasmas aparecen como sinceros espejos que escupen la verdadera imagen de quien se asoma a ellos, o como objetos de análisis de vidas ajenas.
Hay otros cuentos más realistas, con temas recurrentes como el crimen pasional, o el crimen a secas, la muerte, la belleza… Estremecedor me parece “Mientras Dormías”, un diálogo en el que un hombre confiesa su absoluta y letal adoración por su amada. En él aparece también otro elemento que se repite en otros cuentos: la inserción de píldoras surrealistas al servicio del humor, de la ironía que muchas veces destilan estos cuentos, y que se materializan en cosas como ese sombrero que sirve de lente de aumento en “Mientras Dormías” o el concurso de televisión con capacidad enajenadora para la protagonista de “Lo que dijo el mayordomo”, un retrato sobre una adinerada y gélida mujer.
Mención a aparte merece el relato “Mala Índole” que da título a la compilación y que ejemplifica la maestría de Marías en el uso de lo cómico y lo trágico, en esta historia imposible sobre el rodaje de “Fun in Acapulco” protagonizada por Elvis Presley.
Y por supuesto, hay infinidad de guiños a las novelas de Javier Marías que sus lectores más fieles disfrutaran al encontrar algunos personajes conocidos y tramas que parecen haber servido de inspiración para algunas de ellas.
En definitiva se trata de una compilación interesante y de muy grata lectura.
Me gustan mucho los cuentos porque deben ser perfectos en su forma y contenido para que atrapen al lector. El estilo de Javier Marías se presta mal a la concisión de los cuentos porque a este consagrado literato le gusta el fraseo largo y las iteraciones y repeticiones, lo que debe encantar al público que lo sigue fielmente. Ese público pareciera estar dividido entre los adoradores y los detractores. Oso plantearme como una lectora a medio camino entre los dos grupos.
Ésta fue la reseña que escribí sobre los cuentos de Javier Marías:
https://pasiondelalectura.wordpress.com/2013/03/19/mala-indole-de-javier-marias/