La modesta prosa de Patricio Pron es la base de su grandeza. Sin extravagancias, megalomanías o descaradas ganas de triunfar ha conseguido hacerse con el mayor logro que puede tener un escritor vivo, tener sus lectores. Tener quienes le siguen, esperan sus nuevos trabajos y disfrutan de ellos. Sin fanatismos ni proselitismo, simplemente lectores que saben que han hallado a un autor que merece ser leído.
Tras dos novelas El comienzo de la primavera base de uno de los relatos de este volumen (Diez mil hombres) y El espíritu de mis padres sigue subiendo en la lluvia y su libro de relatos El mundo sin las personas que lo afean y lo arruinan es un placer para todos sus lectores tener entre la manos La vida interior de las plantas de interior. (Por cierto Patricio, cuando tu obra publicada aumente necesitaremos varios párrafos para desglosarla con estos títulos tan extensos).
Trece relatos de diferente peso y gravedad que llevan al lector de visita por una curiosa galería de personajes y situaciones. El cerco y Como una cabeza… Junto con La explicación son una linea de metro, estación tras estación vamos viendo los nodos, las conexiones entre los protagonistas, escenas, incluso objetos que al desglosarlos individualmente semejan microrrelatos pero que la paciencia de Pron convierte en textos sobre la condición humana e incluso la animal. Como una cabeza comienza con un albatros en el Atlántico y termina con un antecesor del caballo en la Venezuela prehistórica no sin antes reoorrer un triste grupo de personajes.
El mundo del porno tiene su lado humano con dos textos uno masculino y otro femenino El nuevo orden y La cosecha donde el pseudoglamour se trasmuta en mugre. La literatura haya su lugar en Dia perfecto, Algunas palabras y Trofeo de amantes (una metáfora con tintes reales sobre los blogueros, los escritores y los blogueros escritores). El amor y su ausencia se acarician dentro de En tránsito un bello relato donde felicidad y depresión se dan la mano.
Al margen de la temática es un libro de personajes. La sinopsis que acompaña esta nota es la prueba de que la capacidad e observación de Pron en una de sus bases, los haya en todos sitios, en un supermercado o un ascensor. De todos géneros, el perro de Picasso, el caballo de Venezuela, un niño que se hace cortes en la piel, una dependienta que no devuelve una cartera, un escritor que persigue a la autora de una relato. El escritor argentino (vivo) sabe que la literatura se haya en todos esos sitios y en todos esos seres y de allí los extrae para ofrecérnoslos .
Sobre su estilo destacamos su frescura. Dentro del tono serio introduce algún detalle que ventila el relato. Como cuando el perro de Picasso cuenta su origen:
“mi antiguo dueño, el fotógrafo David Douglas Duncan, me llevó en su coche a la casa de Picasso. Vale, ningún problema con Duncan, pero el hecho es que tenia un galgo afgano que no me dejaba en paz“. Formulas repetitivas como elementos de cohesión “es marzo, es sábado, es el dia veintisiete, es el año 2010, aunque esto no tiene ninguna importancia” se repite en todos los párrafos del primer relato. Construcciones ambiguas en las situaciones. “él volaba para estar con ella, que siempre era la misma y al mismo tiempo diferente, del mismo mío que sus encuentros eran diferentes al tiempo que exactamente iguales” basadas en dualidades contrapuestas. Contradicciones reales o morales como el escritor jurado de un premio (él mismo) que se queja de los relatos que le llegan basados en situaciones de la biografía de sus autores o el promiscuo actor porno que mantiene una casta relación.
En orden de calidad, de aquellos que “se asoman al abismo de la literatura” como el mismo dice, destacaríamos Como una cabeza… Por su implacable seguimiento de la tristes situaciones que conforman una realidad. Y Diez mil hombres por su capacidad de crear metaliteratura partiendo de la uno de sus libros anteriores.
En el debe de esta obra cargaremos la redundancia de todas sus virtudes. Lo misma esencia expresada de diferentes maneras subyace en todos los relatos, los cuales han sido escritos en épocas diferentes. Cada ente es valido por si mismo, pero en grupos de trece puede llegar a empalagar. Este problema se soluciona no dándose un atracón -como servidor ha hecho- sino consumiéndose con moderación dia tras dia.
Bolaños, Borges incluso algo de Murakami afloran por entre las composiciones de este interesante escritor