Tras el pequeño paréntesis histórico de Una bendición, situada en la sureña y colonial Norteamérica del siglo XVII, Toni Morrison regresa al siglo XX y a sus atribulados personajes negros quienes buscan su espacio en la sociedad estadounidense y que, como Frank el personaje principal de Volver, también se buscan a si mismos.
Extraño en la premiada Nobel es encontrar un personaje masculino como primer actor, lo entendemos mejor al conocer que este Volver es un homenaje a su hijo fallecido recientemente, también es un tributo a sus padres. De hecho, todo recuerda su Lorain, Ohio natal y la dura vida que su familia tuvo para sacar adelante a sus vástagos. Parece ser que la imagen que aMd men ha dado de la década de los cincuenta en EEUU no era exactamente así para los negros.
Frank Money, Dinero Fácil para sus amigos es nuestro hombre. Le recogemos en un hospital después de algo que no recuerda, ruido, peleas, cristales rotos. Él no lo sabe pero el Síndrome de estrés postraumático lo domina por completo tras regresar de la guerra de Corea. Ha recibido una carta misteriosa de una mujer llamada Sarah, que le apremia volver a casa y rescatar a su hermana menor de un peligro sin nombre: Ven rápido o estará muerta si tardas. Ese el momento en el que Frank reacciona y con la ayuda de desconocidos cruza medio país en busca de su hermana Cee.
Por el camino vamos conociendo la vida de sus padres, de los tíos cuya casa ocuparon, de su propia hermana Cee metiéndose en líos, saliendo y volviendo a meterse en otros peores. Pero Morrison se vale de dos recursos que le aportan dinamismo al corto relato. Primero los capítulos en cursiva donde vamos oyendo la propia confesión de Frank sobre su terrible experiencia militar y, segundo cierto personaje con traje claro que aparece y desaparece de escena de vez en cuando. Morrison consigue la cuadratura del círculo uniendo el primer texto de la niñez del protagonista con los rituales de redención que el mismo se ha impuesto para superar su trauma, dejando una obra breve impecable, de densa pero cómoda lectura pero con un peso emocional importante.
Racismo brutal, guerras absurdas, experimentos médicos, pobreza, miseria pero también amor, familia, religión, amistad, lucha, vida y muerte son los hilos que entretejen esta novela que deja al lector con ganas, que sabe a poco, pero que demuestra el gran oficio de la narradora norteamericana.
¡Felices Fiestas!