El regreso del sello Bruguera está trayendo consigo la aparición en castellano de atractivas obras del mercado norteamericano que difícilmente hubieran llegado a nuestras manos por otros medios. La tragedia de Arthur es una de ellas y dentro de poco nos ocuparemos también de Los náufragos (The Lifeboat).
Arthur Phillips no solo es el autor de esta obra, también es el nombre de personaje principal de esta tragedia. Centrándonos en el autor debemos decir que su versatilidad ha sido aclamada por la crítica norteamericana y que La tragedia de Arthur ha conseguido ser la plena confirmación suya como una de las voces de la literatura estadounidense a seguir con más empeño.
La tragedia de Arthur es una impostura inteligentísima de tomo y lomo. Además ejerce de sí misma con todo descaro y aplomo, lo cual lejos de restarle méritos consigue encumbrarla. Arthur’s tragedy es la obra oculta de Shakespeare, una tragedia en cinco actos que supone el apéndice de este libro cuando debería ser la base. El alter ego del autor recibe de su padre -un impostor, falsificador y estafador en toda regla, amante de Shakespeare- y de su hermana Dana, una cultísima chica con una vida atribulada el único original de la tragedia shakesperiana de Arthur que existe. El actual Arthur decide hacer uso de su herencia publicándola por lo que llega a un acuerdo con RHM para conseguirlo reservándose la introducción. Claro, nadie iba a pensar que la introducción constaría de casi cuatrocientas páginas mientras que la obra dramática con acotaciones no superaría las cien, pero los contratos están para cumplirse.
Así encontramos en ella la verdadera historia de Arthur, su padre, su hermana y sus devaneos con Shakespeare y las falsificaciones contadas por un perdedor cuya vida desde la prisión marcará su padre, más aún con el legado que le ha cedido como albacea.
El autor disfraza con la voz de los protagonistas todo un ensayo teórico sobre el mundo shakesperiano, las relaciones familiares, el éxito y el fracaso y sobre todo la honestidad comparada con las falsificaciones.
Obra inteligente, cultivada, divertida y tragicómica que revisita al Shakespeare más puro en el mundo actual, aparte de regalarnos una tragedia clásica que el lector deberá juzgar si está al nivel de El Bardo o se queda en mera pose.
Por tanto un dos en uno audaz para lectores exigentes y cultos. Enhorabuena a la resurrección de Brugera
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