

Rafael, en este panorama de las artes, jugó un papel decisivo tanto por lo prolífico de su obra como por su vinculación a ese poder dominante y económicamente representativo que era la iglesia, como por lo innovador de muchas de sus propuestas pictóricas, por no hablar de la sutileza de sus ‘nuevos’ colores, lo que, junto a la armonía de sus figuraciones, constituía un espacio de equilibrio y evocación que pronto llegaría a ocupar un lugar de admiración, casi de culto profano.
En este libro, muy documentado y atento a establecer la relación necesaria entre las pinturas del maestro y el mundo cultural de la época, se nos pone de manifiesto la coetaneidad (para no excluir la posible influencia) con el arquitecto Bramante, que está llevando a cabo las obras en el Vaticano, al tiempo que se señala, muy certeramente, la impronta que el revolucionario Leonardo da Vinci, supone en el arte para todos los pintores de la época y aún posteriores a él.
Giovio, su biógrafo, dice ya de él que “la aproximación científica al estudio del natural con miras a la pintura, la escultura y la arquitectura no era una novedad. Así, lo recomendaban los jefes de los talleres y todos los grandes tratadistas del siglo XV, desde Alberti a Filarete” De ahí que, es verdad, se podría deducir que Rafael no es ajeno a esa “dulzura y suavidad del sentimiento disueltas en el aire que envuelve sus pinturas, el cual quedó impresionado hasta el punto de dar a su estilo un nuevo salto adelante”
En cuanto a su propio valor artístico se nos dice, en este libro escrito con lenguaje preciso y a la vez próximo al lector profano que “las mayores novedades residían en la gracia de los gestos y las anatomías, en la expresión humana de los rostros y, sobre todo, en la atmósfera dorada que parece exudar de las paredes (en este caso el ejemplo aludido es la pintura mural La Disputa del Santísimo Sacramento) El blanco del manto de Cristo y de las nubes, así como el de otros paños era casi puro, junto al azul intenso del lapislázuli de muchos mantos y el amarillo y el oro de los paramentos sacerdotales y de los brillos decorativos” Características que recuerdan bien a alguna de sus madonas u otros de sus cuadros, ya sea de temar eligioso o profano.
Al fin, pues, la pintura como gozo estético y como elevación didáctica; he ahí la impronta decisiva de este artista.
Ricardo Martínez https://www.ricardomartinez-conde.es/
FICHA DEL LIBRO
Título: Rafael Una vida feliz | Autor: Antonio Forcellino | Editorial: Alianza Editorial | Páginas: 360 | Precio : 25,30€ |
Una estupenda reseña.Y un libro excelente, lo leí el año pasado. Forcellino es muy bueno, también leí el que escribió sobre Miguel Ángel y el del final del Renacimiento. Es todo un experto.
Una estupenda resef1a.Y un libro exltnecee, lo leed el af1o pasado. Forcellino es muy bueno, tambie9n leed el que escribif3 sobre Miguel c1ngel y el del final del Renacimiento. Es todo un experto.