Lo que me queda por vivir – Elvira Lindo

Elvira Lindo es un buen ejemplo de que, cuando alguien tiene madera de escritor, no importa en qué estilo o grupo literario genere su obra. Ella ha sabido cruzar a la perfección ese difícil puente que hay entre la Literatura Infantil-Juvenil y la adulta. Aunque dentro de la Literatura Infantil-Juvenil hay muy buenos escritores, no sé por qué a muchos de ellos se les tiene un poco marginados y no se les tiene en mucha consideración cuando deciden escribir para adultos. En el caso de Elvira Lindo aún es mayor ya que ella triunfó con su famoso “Manolito Gafotas” y seguro que no le habrá resultado fácil que el público lector, sobre todo el adulto, la valore y empiece a tenerla en cuenta como autora de novelas y vaya dejando a un lado que ella es la ” mamá” de este niño de Carabanchel Alto. (leer más)

“Lo que me queda por vivir” acaba de editarla Seix Barral dentro de su colección Biblioteca Breve. Es una novela corta, de unas 269 páginas que logran atraparte desde la primera coma no sólo porque la historia que narra lo hace sino porque el estilo de Elvira Lindo sabe cómo hacerlo.

El argumento de la misma gira en torno a Antonia. La acción se centra en el Madrid de los 80, en plena ” Movida madrileña”. A este Madrid ha llegado Antonia junto a su hijo de 4 años, Gabi. Ella trabaja como locutora de radio. A lo largo de la novela iremos conociendo de mano de la propia Antonia su vida. Cómo le marcó su infancia, la muerte de su madre, la relación que tuvo con sus tías, con sus hermanos, cuáles han sido las relaciones con los hombres y cómo éstas le han dejado cicatrices emocionales. Hombres con nombres propios: Alberto ( su ex) y Jabato, un amigo de la infancia con el que más tarde tendrá una relación de la que saldrá una amistad más reforzada.

La novela tiene muy poco diálogo. Es un gran monólogo pero no por ello se hace aburrida o pesada, no. A pesar de su poco diálogo tiene ritmo y es la voz de Antonia quien lo marca y da. Me gusta este monólogo. Me ha permitido descubrir a una mujer muy segura de sí misma pese a las dificultades con las que se encuentra. Ella, aunque tiene miedo muchas veces, sabe cómo afrontarlo todo pero no por ello se considera una superwoman o un ser superior. Creo que es la propia personalidad de Antonia lo que lo logra y consigue. Un carácter que hoy puede ser común pero que, imagino, en los 80 seria un poco más ” sorprendente” pues aunque la sociedad española no era como la de los 50 aún no era como la de hoy. Es fácil sentirse enganchada con Antonia y muy difícil escapar a su magnetismo.

Todo ello hace que esta novela sea deliciosa. Aunque esté escrito por una mujer y sea una fémina su protagonista, volvemos a lo de siempre: también los hombres pueden gozar con ella. No es una novela femenina. Lo que narra y le sucede a Antonia son sentimientos que muy bien puede tener un hombre. Los personajes masculinos de la misma están muy desarrollados, muy complementados con los femeninos.

Por todo ello no puedo más que recomendarla. Una novela con la que, insisto, el lector disfruta. Tiene de todo: momentos sensibles, un poco dramáticos, momentos que logran dibujar una sonrisa, otros que te despiertan recuerdos… En algunos pasajes, incluso, me he llegado a sentir identificada con Antonia como en aquel en el que va a la vieja casa familiar y empieza a revivir recuerdos al contemplar las estancias, los objetos… Es lo que me ha pasado, por ejemplo ahora, contemplando las viejas fotos familiares que tenía mi tío, las cartas, documentos, objetos… Por ello, quizá, me he sentido un poco más cercana a Antonia y he entendido su reacción. Todo ello la hace aún más cercana. Hay personajes de novelas que son eso sólo: meros personajes. Otros que van mucho más allá y entran a formar parte de ti. Y eso, creo yo, es lo que hace que una novela sea aún más grande, no el ser ” número 1 en los 40 Principales de libros más vendidos”. Sí, eso es importante para la editorial y el autor, pero creo que debe llenarle más que un lector conecte con su obra y haga suyas sus palabras.

Decir que es la mejor novela de Elvira Lindo es aventurarse un poco, pero no lo es decir que es una de las mejores que tiene. Ha sabido consolidarse como una novelista para adultos; creo que con Antonia dice un “hasta luego, Manolito” ( que espero sea eso, un hasta luego pues Manolito es mucho Manolito)

Ysabel – La bibliotecaria de El Perelló

Ficha del Libro

Título: Lo que me queda por vivir | Autor: Elvira Lindo | Editorial:Seix Barral | Páginas 272 | Precio 18€

8 comentarios en «Lo que me queda por vivir – Elvira Lindo»

  1. Hay una cosa que no entiendo:

    ¿Por qué en esta página las puntuaciones no coinciden con las
    críticas?

    Esta novela de Lindo tiene 6, que es un regular tirando a malo; pero la que hace la reseña dice cosa como esta:

    “Decir que es la mejor novela de Elvira Lindo es aventurarse un poco, pero no lo es decir que es una de las mejores que tiene.”

    ¿Alguien quiere explicarme por qué ocurre esto? ¿A quién le creo, a la reseña o a los puntos?

  2. 6 entre 10 no es regular tirando a malo, sino calidad más que suficiente, buena.
    La valoración incide en su nota literaria global con respecto a la media de las lecturas que hacemos y a las previsiones de futuro de las mismas.

    El mejor libro que yo escriba sólo merecería un 0.

  3. pues diferimos, Pepe, 6 no es ni notable, es un poco que aprobado, o sea, “mediocrillo”, y eso no es lo que dice la reseña. Por si acaso, no lo leeré hasta que alguien me lo preste (y quizá ni así), porque son 20 euracos que sirven para otras cosas…

  4. Y harás bien, atónito, ésta es la típica novela femenina, por más que diga que no esta reseña. Es una mujer mirándose el ombligo y hablando, hablando, hablando… sin parar. Ni siquiera pude terminarla, me dejó agotada a la mitad.

  5. Estoy de acuerdo con atónito. Un 6 es tanto como decir “pasable”, y cualquiera que lea esa crítica, elogiosa y entregada, pensará inevitablemente en una puntuación de 10 sobre 10, no de 6 sobre 10.

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