Veinte de Manel Loureiro

 

“Todo sucedió cinco días antes de Navidad. Nadie parece tener claro dónde comenzó realmente el fenómeno, aunque eso ya es lo de menos. Porque fue rápido, abrupto.
Salvaje.
No podía ser de otra manera.”

Loureiro se hizo famoso con su trilogía zombie que, tengo qe reconocer, me resultó muy divertida y original. Me reí. Cuando me dijeron que su última novela era juvenil tuve curiosidad por saber cómo sería, ya que en aquellos primeros libros ya me pareció que podían ser del gusto de este sector. Hoy traigo a mi estantería virtual, Veinte.

Tras una epidemia la población mundial ha quedado reducida al 1%. Los escasos supervivientes, doscientos años después, están formados por herederos de los que no murieron. También heredaron sus conocimientos, que se han ido perdiendo poco a poco. Se hallan repartidos en una serie de poblados que protegen de aquellos a quienes llaman los Hostiles. En uno de estos poblados, llamado La lanza, se sitúa la historia y allí conoceremos a Andrea, una superviviente que por una mutación no envejece convirtiéndola en una testigo de excepción. Pero ni ella puede pensar que la epidemia vaya a regresar.

Con un comienzo muy potente Loureiro se adentra en el mundo de las distopías. Más cercano a El señor de las moscas o incluso Los cien que a Los juegos del hambre, nos habla de una búsqueda capitaneada por jóvenes y de un colapso social en el que las luchas de poder serán casi constantes. Tanto como la lucha por la propia supervivencia. Quizás por estar enfocado al público juvenil, la acción es constante y no permite que sea interrumpida por descripciones largas. Usa en realidad frases más efectivas que generan automáticamente una imagen en el lector posiblemente ayudado por el bombardeo de distopías que hemos sufrido en los últimos tiempos. Y es que me ha quedado claro que Loureiro se ha empapado del género antes de ponerse con esta historia. Ha buscado las partes buenas y deshechado las malas, sin ser por ello su historia un refrito, que no lo es. Sin embargo se nota que ha huído de determinadas constantes denovelas similares, siendo una de ellas, la supervivencia de los personajes que pueblan la novela. Ha optado aquí por no forzar la historia con giros inverosímiles para conseguir que todos lleguen a buen puerto. Y el lector, al menos el lector adulto, lo agradece.

El resultado es una novela que se lee en dos ratos y que, si bien es cierto que hay varios momentos en los que la acción se tambalea, deja cerrada la trama evitando ese momento de temor a la trilogía que vienen provocando este tipo de historias en los últimos meses. Una aportación entretenida para los aficionados Por Entre montones de libros