Augusto de revolucionario a emperador de Adrian Goldsworthy

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Augusto, de Adrian Goldsworthy (ed. Esfera de los Libros, 2014) es una monumental biografía, detallada y documentada, de un personaje crucial de la historia del imperio romano y del mundo, un hombre que pasó de ser un revolucionario a Emperador, transformando la República de Roma en un Imperio.

El autor, Adrian Goldsworthy, doctor en Historia, estudió en el St John’s College de Oxford y ha enseñado en varias universidades. Entre sus libros, publicados a más de una docena de idiomas, cabe destacar The roman Army at War, Roman Warfare, Las guerras Púnicas, Cannae, Grandes generales del ejército romano, César, La caída del Imperio romano, Antonio y Cleopatra y la novela histórica Soldados de honor ―estos cuatro últimos publicados con gran éxito en La Esfera―. Dedicado exclusivamente a la escritura, en la actualidad colabora en documentales televisivos sobre temas romanos y es profesor visitante en la Universidad de Newcastle.

En esta obra, Goldsworthy nos acerca a la figura de Augusto, justo en el año en el que se conmemora el segundo milenario de su muerte. Un personaje del que el autor escuchó hablar por primera vez siendo niño, en Navidad, leyendo su mención bíblica en el evangelio de Lucas. Sería con el paso del tiempo, cuando se despertó su pasión por la historia y, concretamente, su fascinación por la antigua Roma y por la figura del Emperador.

Y es que Augusto es un personaje fascinante a la vez que oscuro y contradictorio, un luchador que se enfrentó desde muy joven a las intrigas políticas, a la envidia y a peligrosos y poderosos enemigos, para imponerse finalmente e influir de forma crucial en un imperio que ha dado forma a la cultura del mundo occidental. Por eso este libro es también la recuperación de un personaje que, en opinión del autor, ha desaparecido de la conciencia colectiva, quedando en un segundo plano por detrás de otros más llamativos como Julio César, Nerón, Cleopatra o Marco Antonio.

Acercarse a la figura de Augusto resulta problemático, hay mucha confusión alrededor de su persona, empezando por la que creó el propio protagonista. Pero el autor ha intentado ser independiente y objetivo, recurriendo a numerosas fuentes antiguas para ofrecer un completo cuadro sobre la vida y el carácter de Augusto, para comprender no solo al hombre sino también a su mundo, un ejercicio que requiere precisión, paciencia y tiempo. El resultado, un libro documentado que hay que leer con detenimiento, sin prisas, exprimiendo cada capítulo para disfrutar con una exhaustiva biografía que colma con creces las expectativas creadas.

Y, como broche, unos apéndices, notas y documentos que enriquecen y completan la obra, destacando un interesante análisis sobre la fecha del nacimiento de Jesús. En resumen, un libro recomendable para todo aquel que quiera acercarse a la historia de forma rigurosa, aprender del pasado y descubrir las lecciones que siguen siendo de aplicación para los peligros y amenazas a la libertad que estamos enfrentando en la actualidad.

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Reseñado por Miguel Ángel Gómez Juárez

Escrito por Adrian Goldsworthy

Adrian Goldsworthy, doctor en Historia, estudió en el St John’s College de Oxford y ha enseñado en varias universidades. Entre sus libros, publicados a más de una docena de idiomas, cabe destacar The roman Army at War, Roman Warfare, Las guerras Púnicas, Cannae, Grandes generales del ejército romano, César, La caída del Imperio romano, Antonio y Cleopatra y la novela histórica Soldados de honor ―estos cuatro últimos publicados con gran éxito en La Esfera―. Dedicado exclusivamente a la escritura, en la actualidad colabora en documentales televisivos sobre temas romanos y es profesor visitante en la Universidad de Newcastle.

Ficha técnicaCaptura de pantalla 2014-11-15 a la(s) 08.45.59

Páginas: 632 PVP: 32€
Traducción José Miguel Parra

Idus de marzo del año 44 a.C., Julio César fue asesinado a los pies de la estatua de Pompeyo. En ese momento, Octavio no era más que un oscuro adolescente recién adoptado por el primer hombre de Roma. Ante el magnicidio, dio un paso al frente y se proclamó su legítimo heredero y sucesor. Nadie le tomó en serio; sin embargo, en pocos meses formó un ejército y consiguió alzarse como uno de los tres hombres más poderosos del momento con Marco Antonio y Lépido.

Durante la década siguiente su autoridad se fue consolidando mientras Marco Antonio fracasaba en Oriente y caía en los brazos de Cleopatra. Octavio, confiado en sus fuerzas, atacó a su viejo aliado y le venció. En el 31 a.C., ya sin rivales, se convirtió en el primer emperador acabando para siempre con la República. Y así, Octavio pasó a llamarse Augusto y Roma se transformó en un imperio.

Consumado manipulador, propagandista y con gran dominio de la teatralidad, Augusto podía ser impulsivo y emocional, despiadado y generoso. De la familia y los amigos esperaba que representaran los papeles que les había asignado, por eso exilió a su hija y su nieto cuando no se ajustaron al guion. Fue el suyo un gobierno repleto de contradicciones por lo que su personalidad resulta difícil de aprehender. En esta nueva biografía, Adrian Goldsworthy ―como ya hiciese para abordar la figura de Julio César― se apoya exclusivamente en las fuentes antiguas para tratar en detalle la existencia del emperador y dar nueva luz sobre el hombre y su época.