Gabrielle de Bergerac de Henry James

9788415130291

Nos encontramos, al leer este relato, con que está impregnado de un fuerte romanticismo. Y nos diremos : ¿Henry James, …un romántico? James se caracteriza por un tipo de novela de corte psicológico, introspectivo, además de reflejar una preocupación por las diferencias y contrastes entre los europeos y los norteamericanos. Sin embargo, es este un relato romántico, con todos los ingredientes del romanticismo.
Pareja de diferente condición social enamorada, casamiento previsto para la dama con alguien “que le conviene” pero al que no desea, en fin…¿qué tiene de especial ? Cantidad de relatos y novelas han plasmado este tema como base narrativa.
Pues bien, el traductor, además de hacer un excelente trabajo con el texto escribe un posfacio en el que muy atinadamente analiza el relato y lo inserta en el conjunto de la obra jamesiana, sugiriendo ideas muy interesantes. Una de estas ideas es la de destacar el punto de vista narrativo. La otra es el tiempo dentro del tiempo en el que se enmarca la acción. Coincido con ambas.

Hay en el texto dos narradores, ambos en primera persona. El primero, muy breve, da paso al segundo y principal. A propósito de una pintura, el retrato de una dama de la familia Bergerac, que llama la atención del primer narrador, (amigo del segundo) un viejo Bergerac cuenta la historia de esa dama, su tía,  y para ello se retrotrae a su infancia, ya que los sucesos que determinaron que finalmente la dama se marchase de la casa familiar ocurrieron durante la infancia del narrador.

En cuanto al tiempo, los sucesos narrados ocurren en Francia en el último tercio del siglo XVIII, bastante antes de la Revolución, si bien son narrados con bastante posterioridad, a la vejez del niño en la narración.
Y la narración toma la voz y la mirada de un niño, que comprende sólo a medias y que sólo muchos años después entenderá o tendrá una idea más ajustada de lo que realmente pasó. Pues el niño es testigo inocente de la génesis de un amor, así como de las convenciones sociales que hacían imposible que individuos pertenecientes a dos clases se unieran, y, por el contrario, las uniones se programaban según las conveniencias económicas y sociales, al margen de los sentimientos o los deseos de, mayormente, las mujeres. Dos hombres aspiran a una dama, su tía, Gabrielle, y cada uno proviene de clase opuesta. Las tensiones y emociones que conlleva esa situación, vistas por el pequeño “chevalier” y futuro señor de Bergerac, serán el nudo de esta historia.

En suma, la narración es fresca y amable, paseamos por los prados y jardines con los personajes, y somos asimismo testigo de un amor que parece imposible y cuyo final transcurre en los terribles días de la revolución. Hay varias alusiones que comparan un tiempo con el otro, ya que la tremenda convulsión revolucionaria hizo que hubiera un antes y un después en la historia, no sólo francesa, sino universal,
James ya había escrito y publicado otras narraciones cortas cuando escribió esta, en 1869, contando veintiséis años y coincidiendo con su primer viaje a Europa.

Ficha técnica

Traducción de Eduardo Berti
Páginas:136 PVP: 16,95 €
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La joven Gabrielle de Bergerac ha tenido la fortuna de nacer en una familia ilustre de la nobleza rural francesa previa a la Revolución. Pero también la desgracia de no contar con bienes propios, circunstancia que hará que cualquier indicio de curiosidad vital, de inquietud intelectual, quede ahogado ante la perspectiva de elegir entre dos opciones igualmente sombrías: o un matrimonio favorable o el claustro. Su carácter noble y su naturaleza indagadora quedarán al descubierto cuando en su cerrado círculo social aparece Coquelin, el preceptor de su sobrino, un hombre pobre pero capaz de demostrar que la audacia, el saber y la belleza son valores que nada tienen que ver con la clase social..

Reseñado por Ariodante

Escrito por Henry James

Henry James nació el 15 de abril de 1843 en Nueva York, en el seno de una familia de clase acomodada. Su padre fue uno de los más notables intelectuales norteamericanos del XIX, amigo personal de escritores como Thoreau, Emerson y Hawthorne.
En su juventud, James viajó varias veces a Europa, y estudió con tutores particulares en Ginebra, París, Bolonia y Bonn. A los diecinueve años se matriculó en la Facultad de Derecho de Harvard, pero la dejó poco tiempo después, decidido a dedicar su vida a leer libros, y no a estudiar leyes. En 1865 publicó su primer relato, «A Tragedy of Errors», y comenzó a colaborar con revistas como Nation y Atlantic Monthly. Desde temprana edad, James fue un ávido lector de los clásicos ingleses, americanos, franceses, alemanes y rusos, algo que influyó poderosamente en su narrativa. Su primera novela, Watch and Ward (1871) fue escrita mientras vivía en París, donde trabajaba como colaborador del New York Tribune. Poco después se mudaría a Inglaterra, y residiría en Londres hasta que se trasladó definitivamente a Rye, en el condado de Sussex. Allí se consagró al oficio de escribir, ocupación que no abandonaría en toda su vida. James, a pesar de ser considerado uno de los maestros indiscutibles de la novela moderna, apenas logró extraer ningún ingreso de lo que escribía. Sus obras maestras, ejemplos inmortales de introspección psicológica, indagan en el conflicto entre la sofisticación de la vieja sociedad europea y el empuje de los nuevos americanos. En su obra cabe destacar novelas como Daisy Miller (1879), Retrato de una dama (1881), Las bostonianas (1886), Lo que Maisie sabía (1897), Las alas de la paloma (1902) y sobre todo Los embajadores (1903), considerada su obra más acabada. El estallido de la Primera Guerra Mundial supuso un shock para el escritor que, en 1915, decidió adoptar la ciudadanía británica en muestra de lealtad al país que lo había acogido y como protesta por la negativa de Estados Unidos a entrar en la guerra. El 2 de diciembre de 1915 sufrió un derrame cerebral. Murió tres meses más tarde, en su casa de Rye.
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