La fábrica de animales – Edward Bunker

El amplio historial delictivo de Edward Bunker (Hollywood, 31 de diciembre de 1933 – Burbank, 19 de julio de 2005) – que incluye robo de bancos, narcotráfico, extorsión, robo a mano armada y falsificación y, como consecuencia, su ingreso en diversas prisiones entre las que se incluyen las de Folsom y San Quintin-, hacía presagiar quizá a La Fábrica de Animales como un documento de primera mano, veraz y fidedigno sobre vida en un prisión de alta seguridad norteamericana, alejada del lugar común. Sin embargo, nos encontramos más bien con una trama de género negro o criminal de ambiente carcelario, que constantemente se retroalimenta de situaciones y conflictos ya vistos, así como de personajes típicos y tópicos en este tipo de libros o films. LEER MÁS


En ese sentido, parece que Bunker ha querido reunir en una sola novela, a modo de coctel-homenaje quizá, todos aquellos aspectos presentes en la mayor parte de tramas de ambiente carcelario: desde el joven inexperto que es adoptado por un preso con carisma (protagonistas de la novela) y que lo protege hasta extremos demasiado “sospechosos”, pasando por los constantes enfrentamientos entre bandas latinas y afroamericanas, una violenta huelga de presos, una feroz venganza que culmina con un asesinato entre rejas, sin olvidar ni los funcionarios de prisión cuyo lema parece ser “ver, oír y callar” ni por supuesto el inevitable intento de fuga, algo que nunca puede faltar tampoco en una buen libro o film ambientado en una prisión. Curiosamente, las situaciones de violencia sexual están del todo ausentes (incluso el sexo explícito), algo de lo que se suele abusar bastante en narraciones tan bizarras como ésta. Tampoco se pone especial énfasis en la represión o la tortura de los vigilantes o funcionarios de la prisión sobre los presos. De hecho, da la impresión de que éstos pueden campar por ella como “Pedro por su casa”. Los presos aparecen en todo momento como los héroes de la función ante los apáticos ojos de sus vigilantes y que incluso en algunas situaciones adoptan una presencia invisible; es decir, en ningún momento los detenidos parecen experimentar situaciones de verdadero amenaza o peligro, como si no estuvieran sometidos a vigilancia o absolutamente solos en una prisión que se supone de alta seguridad, aspecto éste que considero bastante flojo y poco convincente.

Es posible que su experiencia personal le haya puesto las cosas más fáciles a Bunker a la hora de describir ambientes, normas o funcionamiento de la prisión de San Quintín y sobre todo atmósferas (olores, claustrofobia, suciedad), pero lo cierto es que lo que prevalece por encima de todo es el entretenimiento, el deseo de que el lector aficionado al género negro o criminal – o a la novela pulp – pase un buen rato. Para ello, el autor nos ofrece una trama que no deja respiro y que intenta funcionar por acumulación de conflictos, en los que abunda la acción y la agresividad, tanto verbal como física, aunque para ello tenga que sacrificar a veces la verosimilitud o nos presente situaciones un tanto exageradas, buscando más la espectacularidad o el impacto instantáneo (y fácil) en el lector, que por otro lado no busca más que olvidar por unas horas sus problemas o un poco de evasión.

JOSEPH B MACGREGOR

FICHA DEL LIBRO

Título: La fábrica de animales | Autor: Edward Bunker | Traductora: Laura Sales Gutiérrez | Editorial: Sajalin | Páginas: 315 | Precio : 19,50€ | Reseñado por MacGregor